Buzarra

“GRACIAS A LOS SINDICATOS”

No es nuevo pero ante tanta alarma de algunos sectores políticos y empresariales cuando no especulativos, debemos aplicar aquello de “evitar el catastrofismo" porque los datos no se corresponden con esa visión negativa de la realidad económica y menos de la de aquellos que incluso hablan de recesión.

Dicho esto, no podemos ocultar que en nuestro País hay algunos problemas en el sector de la construcción, pero el auténtico motor de la economía y del empleo no es la construcción, sino los servicios, cuyas expectativas son mucho mejores.

Por lo tanto, enviar mensajes alarmistas induce y promociona el que siempre paguen la factura los mismos. Es decir, los trabajadores.

Uno de los datos que no podemos perder de vista estos días es la inflación. En esta magnitud destaca el aumento de los precios de los alimentos, que tiene sus raíces en el incremento de la demanda en países como China e India, y no lo olvidemos el petróleo. España tiene un foco inflacionista, que son los servicios, porque no están expuestos a la competencia exterior, y como recuerdan los líderes sindicales la incidencia de los salarios en la inflación es muy pequeña, siendo por fortuna para muchos asalariados la cláusula de salvaguarda introducida en los convenios colectivos en la negociación colectiva llevada entre patronales y sindicatos (que en ningún caso es inflacionista) que protege finalmente la capacidad adquisitiva del trabajador.

Consiguientemente y, pese al sobresalto inicial de estos últimos días, la subida del IPC no va a perjudicar a al menos casi seis millones de trabajadores asalariados por la citada cláusula de revisión salarial, así como a los 7,5 millones de pensionistas