Algunos compañeros
no compartirán el análisis sobre la situación por la que pasa el Partido
Socialista, situación que a mí me hace parar un instante y reflexionar sobre,
si es o no procedente seguir entreteniéndonos en “plan polimilis” con
batallitas más en clave interna y nominalista, que en luchas que clarifiquen el
mapa ideológico de los individuos o grupos contendientes que coexisten en esta
organización más que centenaria.
Insistentemente se ha reclamado a la Dirigencia en nuestra región, lo
bueno que sería sepultar el “guerracivilismo” que confunde ganar al adversario
por vencerlo. Hagamos un paréntesis y si es posible pásese la página,
aparquemos el fatalismo y demos paso al entendimiento, a la racionalidad, a la
integración posible. Si ello lo alcanzamos TODOS ganaremos en salud y podremos
mirar y dirigirnos mejor a nuestros votantes.
El tiempo apremia y que mejor que ahora, cuando el partido necesita a
los mejores compañeros para presentarnos en mayo ante los ciudadanos poniendo
de relieve lo diferentes que somos. Paremos el pasotismo fundamentado en “ver
pasar el cadáver de nuestro enemigo por delante de nuestra puerta”. No es la
mejor postura, como la de marcharse a postulados políticos de “Unidad Popular”
como si España fuera el Chile de Allende. Nosotros partimos de la experiencia
(hoy despreciada y poco ensalzada) y un ADN trasformador que con
más o menos acierto, siempre ha estado por cambiar las cosas que dificultan la
vida.
Hagamos lo indecible y a aquel que lo hemos tenido como “contrario”
atraigámoslo por lo menos al presente electoral y desandemos los
malentendidos. Tiempo habrá en 2016 para batirnos nuevamente el cobre por
cuestiones estatutarias. ¡¡Aquí nadie sobra!! Sinceramente. No hay nada como mirar a los ojos y hablar de tu a
tú.