26/7/15

SURUÇ-TURQUÍA


Ya se que ante la tragedia poco se puede hacer pero, ante la treintena de jóvenes socialistas asesinados en Suruç, Turquía, qué menos que haber celebrado un acto en recuerdo, solidaridad y condena organizado por la “familia socialista”. 
Actos como el que demando son los que pueden cultivar la fraternidad y el internacionalismo. El “pasar” y sólo quedarnos en el rechazo mediático –que está bien-, pone de manifiesto algunas taras que arrastramos.  


Los jóvenes socialistas que han sido asesinados eran kurdos y turcos unidos por un sentimiento profundo de solidaridad. Se encontraban en la población turca de Suruç, cercana a la frontera con Siria, a la espera de obtener los permisos necesarios para entrar a ese país y ayudar en la reconstrucción de Kobane, pueblo que fue liberado del asedio que sobre él ejercía el Estado Islámico. Alimentos y juguetes, para una castigada población, eran las “armas” que portaban todos esos jóvenes. Lamentable, muy lamentable.


Recordemos también la masacre en Utoya (Noruega), ya han pasado cuatro años de la matanza de sesenta y nueve jóvenes. Otros sesenta y seis fueron heridos.

18/7/15

ACLAREN A QUE FAMILIA IDEOLÓGICA PERTENECEN


Es difícil prejuzgar cómo otras formaciones políticas intentan desarrollar internamente la democracia. Es más, desde mi pequeña historia personal, bien es sabido que he planteado desde hace tiempo que en el PSOE y el conjunto de lo que antaño se denominaba la “familia socialista”, se superaran los déficits pero, me temo que la solución sólo será vía Ley.

Cara a las elecciones generales ya verán que no todo el mundo militante queda contento por culpa de los "aparatos" de turno. En PODEMOS ya tienen su lío interno, dado que han de designar a sus 350 candidatos en una lista única sin especificar por qué provincia irá cada persona y esa lista oficial será proclamada vencedora. Ante este caso concreto me pregunto ¿No es esto el casposo centralismo democrático? ¿No es partitocrático este proceder criticado a los del régimen del 78? ¿Es posible que coexistan las dos formulas organizativas? Me temo que ganará el “centralismo democrático” en detrimento del asamblearismo de los círculos hoy venidos a menos.


También es hora de que los partidos y coaliciones del ámbito progresista, nos digan a qué ideología pertenecen. No es sano que el PSOE se presente como socialdemócrata cuando muchas de sus acciones tienen bases socioliberales. Pero también PODEMOS tiene que aclarar si es un partido socialdemócrata, socialista o comunista, porque refugiarse en aquello de “Somos los defensores de los Derechos Humanos” no cuela, porque si nos atenemos a lo leído en El Mundo el 17 de mayo, P Iglesias se define a sí mismo de forma grandilocuente como un socialdemócrata. Eso sí, inmediatamente después precisa: “Socialdemócrata como Marx y Engels, como Vladimir Ilich, Lenin”. Es decir, no toma como referencia a socialdemócratas como Brandt  o al asesinado Palme, sino al organizador del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia -luego PCUS-, Lenin.

De IU y las platraformas denominadas de "Unidad Popular", con un PCE electoralmente desaparecido pero jugando entre bambolinas, lo único claro que veo es que cada vez  la izquierda está más disgragada.

11/7/15

...Y LOS SAHARAHUIS ¡QUE!


 


El Congreso de los Diputados ha aprobado el pasado jueves 11 la normativa que otorga la nacionalidad a los descendientes de los judíos expulsados hace más de 500 años. Sin embargo, a los saharauis, españoles hasta hace 40 años, se les deniega de forma automática la ciudadanía por proceder de un país no reconocido.

Esta esperada normativa representa un poco como es o son nuestros gobernantes. España se ha acordado de ellos, bueno de los expulsados en 1492 pero olvida a los saharauis, españoles de pleno derecho hasta el abandono del Sáhara Occidental en 1975, al igual que de los moriscos expulsados en 1609 o los hijos de emigrantes españoles que se quedaron fuera de la Ley de Memoria Histórica.

Pero centrémosnos en los saharauis que por recordar, hace sólo 40 años eran españoles de pleno derecho. Ahora resulta que unos 400 saharauis residentes en España llevan años chocándose con la denegación sistemática de la nacionalidad a pesar de cumplir todos los requisitos marcados por el Ministerio de Justicia. Llevan más de diez años viviendo en España, cotizan a la Seguridad Social y no tienen antecedentes penales. Tampoco sirve el argumento de que sus padres son españoles -cuentan con el DNI español por haber vivido en una colonia- para lograr la ciudadanía. El motivo expuesto por el Ejecutivo del PP es que: proceden de "un país no reconocido".

Bueno pues digo yo, que España reconozca a la República Árabe Democrática del Sahara y punto pelota.

Por cierto, la oposición también ha celebrado la "reparación de una injusticia histórica", aunque ha recordado las "visibles carencias" de una normativa que, a pesar de las peticiones de asociaciones y partidos políticos como IU o PSOE, no ha incluido a otros ciudadanos