Con todo el respeto compañero te quiero
contar algo que me ocurre a mí y creo que no soy al único que le pasa. Sitúate
y piensa que estás viendo por un agujero una conversación de esas miles que se
dan con un café de por medio.
Te estarás dando cuenta compañero César, que
mi réplica está fundamentada más que en argumentarios partidistas que los
líderes manejáis, más en el cómo mi conciencia me dicta y, así les digo que: No
podemos ver la historia de nuestro País en blanco y negro obviando los logros
alcanzados. Que no me fio de las encuestas ni de las privadas ni de las
oficiales. Que es dudoso estandarizar el fin del bipartidismo imperfecto y así,
hasta explayarme sobre el efecto Podemos…Pero, sobre este tema último me
requieren más y más opinión y como estarás viendo les digo que. No las tengo
todas conmigo pues, no me gusta el arrogante e insultante desprecio lleno de
generalidades que hacen hacia todos y es aquí cuando exploto y manifiesto que ni
hemos sido, ni somos, ni seremos “casta”, aunque tengamos a personajes en
nuestras filas de dudosa filiación ideológica o proceder. Luego, eso de que “no
son ni de derechas ni de izquierdas….” a mí me pone el pelo como escarpias, me
horroriza y me recuerda a fórmulas más cercanas al populismo que a otra cosa. Pero,
bueno. Así están las cosas.
En fin, como ves compañero la tertulia ya
terminada creo que tenemos que darle una pensada y para eso estás/mos. Nuestro
partido tiene que diseñar una estrategia que cortocircuite al telegénico
Podemos y qué mejor que centrar nuestro relato desde la izquierda sin perder de
vista lo que antes se denominaba el centro. Lo tengo muy claro, España y
evidentemente los que vivimos en ella necesitan un PSOE fuerte, abierto y
escuchante a cuanto dice la ciudadanía. No un partido “partitocrático” en el
que el pluralismo y la integración interna son frases vacías que a la postre
generan desencanto, desafiliación y/o guetos. Es la hora de generar militantes
y mandar al carajo a una organización de cuadros con seguidores que aplauden
con las orejas lo que se les dice.
Te insisto, compañero. Para este nuevo tiempo
se necesita que Pedro Sánchez (como secretario general) además de contar con
los mandamases territoriales, se apoye en su izquierda. Olvidarse de que él
tuvo que vérselas con José Antonio Pérez Tapias es de locos. Los adheridos a
Izquierda Socialista y cuantos confiaron este verano en nuestras tesis y
propuestas no se pueden desaprovechar si queremos consolidar nuestro maduro voto
y recuperar a los que peinan como tu una menguante juventud.