21/2/18

EL SPD Y LA CREDIBILIDAD PROGRAMÁTICA

Los afiliados al SPD (Partido Socialdemócrata Alemán), llevan votando desde hace varios días para decidir si aceptan o no una nueva coalición con el bloque conservador de Ángela Merkel para formar Gobierno. Esta ejemplar acción participativa -no comprendida por algunos que ven una dejación en la Dirigencia, olvidando que la partitocracia no encaja en estos tiempos-, finalizará el 2 de marzo habiéndose posibilitado que más de 463.000 militantes puedan enviar por correo su papeleta de voto para aprobar o rechazar el acuerdo. En este sentido bien por dar la palabra.

Repasando mis “me gustas” dados a través de Facebook al SPD y al relato expuesto en la campaña electoral por Martin Schulz, tengo que decir que me siento engañado por este político y su equipo. Recordemos que la misma noche de las elecciones generales del 24 septiembre, los socialdemócratas descartaron volver a gobernar junto al CDU. Sin embargo, tras meses de conversaciones, se alcanzó un acuerdo por el cual el SPD asumiría los ministerios de Finanzas, Exteriores y Trabajo y Asuntos Sociales en un hipotético nuevo Gobierno de coalición junto a los cristianodemócratas y el CSU. ¿Cómo se llama a esto?

Lo que queda claro es que el SPD está dividido. Por un lado la cúpula socialdemócrata confía en obtener el respaldo suficiente de los militantes. Y por otro, las Juventudes Socialdemócratas y Kevin Kühnert, su presidente haciendo campaña en contra de dicho acuerdo.

Situación ésta que coincide con una encuesta que anuncia el sorpaso del partido de ultraderechas la Alternativa por Alemania y que da al SPD.

Yo me pregunto, ¿por qué se desdicen tan alegremente ante su electorado? ¿Por qué se olvidan de las expectativas creadas por el SPD ante los socialdemócratas y socialistas europeos?

Al PSOE algo de esto le pasó en el 2010 y todavía estamos pagando para que nos vean los ciudadanos coherentes y creíbles. El domingo 4 de marzo, saldremos de dudas cuando conozcamos el resultado de la votación. A partir de ahí se escribirá otro capítulo que queramos o no, nos afectará como ciudadanos europeos y como socialistas.