20/1/16

DESPEJEMOS LAS CAUSAS Y QUE LES DEN A LA “CASTA MEDIATICA”

Tengo por costumbre analizar las situaciones socioeconómicas que me afectan -sintiéndome en cualquier caso un mero aprendiz en la materia-, y se me antoja que, al igual que el empleo es muy volátil y temporal por  culpa del aparato productivo que lo propicia y el mal uso de la legislación de muchos empleadores ayudados por la contrarreforma laboral del PP. En lo políticosocial ocurre algo parecido. Las causas son en gran medida el origen del desajuste y de la injusticia que provocan entre las personas que a mi entender es ahí donde hay que poner el acento para obtener su corrección.

Así, el resultado del 20 de diciembre pone de relieve un mapa electoral y social que no va a modificarse tan rápido como algunos deseamos, tanto en cuanto las circunstancias/causas sociales y laborales, tan dramáticas no se reduzcan cuando no se eliminen.

Por tanto, aunque el PP sea el partido más votado -y eso que miles de trabajadores castigados por este partido le han dado nuevamente la confianza-, veo impropio que el actual inquilino de la Moncloa pueda seguir como si no hubiera pasado nada. Situación que permite recorrer al PSOE un camino exploratorio, que a nada que aclare algunas ambigüedades del pasado, se ubicará como partido necesario en la gobernación de España aunque no tenga la hegemonía dentro de la izquierda.


Resulta paradójico que,  aunque las fuerzas de izquierdas y otras de índole opositora han tenido en su conjunto el apoyo del 52% de los votantes en las elecciones del 20 de diciembre, su fragmentación y los riesgos de falta de entendimiento, en principio, hace que su posición a fecha de hoy sea más débil. En cualquier caso, voto por intentarlo porque por mucho que la “casta mediática” lo tilde de antinatura, hay que dar un giro para restablecer  el Estado de Bienestar.

17/1/16

TRANQUILOS POR FAVOR

Como dice el compañero Miquel Iceta y más viendo la realidad de los datos, tanto en votos como en escaños obtenidos por los diferentes partidos, este dice: “Muy a menudo en política se emiten opiniones sin un examen en profundidad de la cuestión de la que se habla”. De donde  podemos añadir además, una buena dosis de frivolidad o superficialidad que poco ayuda a la resolución de los problemas. “Pecado” del cual pocos pueden escaparse en el que yo me incluyo.


Preguntas y más preguntas
¿Alguien piensa en serio que la repetición de las elecciones va a producir resultados diferentes a los del 20-D? ¿Es posible que en una segunda ocasión algún partido supere la barrera de los 176 escaños que garantizarían un gobierno estable? Y si no es así, ¿habrá que pedir una tercera repetición de las elecciones?

Así y como quien no quiere la cosa digo que. La obligación de los políticos tras el 20 de diciembre, pasa por que se pongan de acuerdo, gestionen y administren lo que los ciudadanos han votado. De lo contrario cualquier otra situación servirá para acrecentar el poder de la derecha económica y política que gobierna, incrementará la abstención en unas supuestas nuevas elecciones y generará una quemarropa en muchos electores que por primera vez se han arrimado a las urnas.

Ya sabemos que prima en el hablar aquello de ¡Póngansen de acuerdo! A la vez que coexiste aquello de ¡Ya se han bajado los pantalones! Pero, vista la situación apuesto por no ir a una segunda vuelta y que se alcancen los acuerdos trasversales necesarios aunque ideológicamente todos tengan que pretar el morro. Al PP en lo tocante a la formación del Gobierno lo dejo fuera pero, que nadie se haga trampas en el solitario, su presencia institucional es necesaria para cualquier reforma constitucional.