POR UN GOBIERNO DE PROGRESO. VOTO ÚTIL

Siempre se ha achacado a los socialistas que son malos gestores en lo económico, que son poco empáticos con los que no son de su bloque ideológico y que son muy poco españoles. Falsedades como un fuera de juego en un futbolín. 

Añadan a estas lindezas, aquellas que vienen del flanco izquierdosillo, siempre dando lecciones de pureza y de ser los valedores de la unidad. Pues bien, ayer fue IU, luego Podemos y hoy Sumar los que vuelven a errar el tiro dentro de lo que se denomina “política electoral”. 

En opinión de muchos analistas y más allá de su orientación política, estos advierten de que Sumar se equivoca al pelear por la presidencia del gobierno de España, cuando su campo de juego es combatir a su auténtico rival que no es otro que Vox y no el PSOE. 

Sumar coge el testigo intentando ser los hegemónicos dentro de la izquierda española. Se equivocan en su estrategia, pues nunca llegarán alcanzar la presidencia en La Moncloa. Su campo de juego si de verdad quieren que el 23J pueda repetirse un gobierno progresista, es dar todo y más, en aquellas circunscripciones donde se eligen más de 5 diputados a Cortes. Guste o no el papel de esta izquierda pasa por ser los terceros y no los cuartos en votos. 

Luego, ¿por qué Sumar echa el pulso al PSOE? No lo sé con certeza pues, son sus plurales líderes (que no sus seguidores), los responsables de esta política electoral que en mi opinión, tiene mucho de sectarismo ideológico que hunde sus raíces en la división que dio pie al nacimiento de los partidos comunistas en el pasado siglo XX. Y, en estas estamos, cuando lo fácil es trabajar estas elecciones generales desde el prisma de una segunda vuelta a la francesa. 

Sumen a esto el importante segmento electoral que bascula entre el PSOE o el PP -en esta ocasión “voxorizado”- y el creciente número de indecisos que hasta siete días antes de ir a las urnas, no sabe que papeleta coger o si se queda en casa. 

Sólo un último apunte para los que están más por votar al PP. Su socio, Vox, viene a romper el pacto constitucional fruto de la Transición. No digo más. Ah, se me olvidaba. En el debate del 19 de julio en la TV1 se constató que un gobierno de progreso conformado con un Sumar y PSOE, es avanzar. Lo otro, Vox-PP es retroceder.

HABLAR DE LA GESTIÓN ECONÓMICA NO BASTA PARA GANAR EL 23 JULIO

Está muy bien decir lo que hemos hecho en estos últimos cuatro años. Está muy bien señalar cómo el PP se ha “voxificado” pero, no podemos olvidar que hay muchas personas que siguen pasándolo muy mal. 

El PSOE nació para combatir las taras que genera el sistema capitalista y consiguientemente hacer un mundo mejor. Ya se que algunos dirán que estas palabras suenan a decimonónicas y que los que pululan por las redes sociales, esto les suena a música celestial. Pues bien, a esos que ora votan, ora se abstienen y que les guste o no forman parte de la clase explotada por este sistema claramente injusto, les digo que el 23 de julio la opción del lamento o del quedarse en casa no les va  a sacar del hoyo ni muchos menos. 

¿Queremos, quieren que hablemos de donde partimos? Bien, para empezar la causa en gran medida es como subrayan las cifras de la OCDE, el poder adquisitivo de los trabajadores españoles está hoy por debajo del que tenían en 2000, antes de que el país se incorporara al euro, a pesar del gran crecimiento del PIB desde entonces. Esa es la cuestión de fondo y de ahí que muchos votantes, hasta hayan creído que el PP-Vox son los que van a poner el cascabel al gato. Se equivocan pues, ambos son ideológicamente los cabestros del capitalismo. Revisen la historia y dejen de perder la vista viendo el telegram, el instagram...etc. Lean un poco y comprenderán de lo que les hablo. 

¿Cómo se soluciona esta situación? Lo cierto es que en un mundo globalizado es muy complicado pero si me lo permiten sólo cabe el organizarse sindicalmente para mejorar las condiciones salariales, sociales o asistenciales en el marco de la empresa y cuanto ello supone en el día a día. Desde el despotrinque en las redes sociales, los que mandan, siguen frotándose las manos viendo su entretenimiento y falta de conciencia de clase. Eso antes le llamábamos ¡alienación! 

Termino con dos reflexiones. Todo aquel que sólo gane 1.300 euros hace tiempo que no ve claro que es esto de la fiesta de la democracia y cada vez está más lejos de ir a votarnos. Y, la segunda es que la valiente política económica del Gobierno ha ayudado a parar el golpe, pero la gente corriente vive cada vez peor, aunque no sea culpa del Ejecutivo. Por tanto, sacar pecho sin más es erróneo dado que ahonda la brecha entre unos dirigentes satisfechos con su balance y unas clases populares exhaustas. 

Nuevamente se hace necesario reequilibrar la situación o seguirá aumentando el abismo entre la Dirigencia socialista y el cuerpo electoral progresista al que nos debemos. Hagamos propuestas creíbles y medibles en el tiempo. Salgamos del pijopregresismo y seamos una izquierda clásica útil, que no fútil.