14/1/08


“ENTRISMO TEOCRÁTICO Y VATICANISTA”

Dado el tema tan vidrioso elegido en esta ocasión, les aseguro que está en mi ánimo ser respetuoso con todo aquel que no opine igual que yo. Vayan por delante mis disculpas si no lo logro.

Como recordarán, a finales de diciembre los Obispos españoles se lanzaron a la calle y arengaron a sus leales, diciéndoles cosas muy opinables. Me refiero a la labor del PSOE en estos últimos cuatro años, a la interpretación de los Legisladores sobre las normas constitucionales, a la aplicación de los derechos humanos, o a la discrepancia de la política gubernamental con la moral católica sobre la familia.

Obispos y oradores que se arrogaron la autoridad moral de una religión que no está reconocida constitucionalmente como oficial del Estado. Convocantes a los que en el uso evidente del derecho a la libertad de expresión existente en España, no les importó hacer “entrismo de Estado” en beneficio del Vaticano. ¿Qué quiero decir? Pues, que dicho Estado no democrático, a través de estos “pseudoembajadores o procónsules organizados”, utilizaron y utilizan nuestra libertad para zaherir con mensajes nada colaboradores y abiertamente dirigidos contra el legítimo Gobierno de España, en sintonía perfectamente identificable con el PP. Esta actitud, la de los prelados y sus organizaciones, a mi forma de ver, es desde la lógica institucional una INGERENCIA en toda regla.

Pero, además de esta presunta ingerencia, veamos algunos aspectos de esta Institución a modo de examen de “ciudadanía”. Cerca de 150 personas integran la cúpula de la Conferencia Episcopal, sólo hay cinco mujeres, con labores secundarias. El sistema democrático que nos hemos dado, los Obispos lo relativizan señalando “cierta mitificación” del mismo, poniendo a la fe por encima del Parlamento. La jerarquía católica exige el regreso al concepto de matrimonio como institución únicamente heterosexual. En fin, qué les voy a contar. Valoren ustedes mismos.

Para acabar, es una lástima que algunos seguidores de la secta judaica de los cristianos católicos, se enfunden en ciertas banderías, dígase la de la familia para ir contra el Gobierno de España, a la vez que camuflan una guerra interna por el poder en la Iglesia. Es evidente, hay una Iglesia que lucha por un mundo mejor (comunidades de base, cristianos por el socialismo...) que está perdiendo terreno a pasos agigantados y, otra, (los Kikos, Opus Dei, Comunión y Liberación, Legionarios de Cristo…) que busca en una sociedad elitista el privilegio y las influencias.

Si volvieran Juan XXIII y Pablo VI, no levantaban cabeza ni en la mismísima vida Eterna.

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