Con la Iglesia, con el dirigismo, con nosotros mismos…Verán, he leído hace pocas horas dos noticias que merecen un breve comentario: Una, que el Gobierno descarta cambiar el Concordato si vuelve a ganar las elecciones y la otra, sobre los cambios “emocionales” que se producen en algunos asistentes a un mitin.
Resulta que la cena, la del “caldito”, mantenida entre el presidente Rodríguez Zapatero y el nuncio Manuel Monteiro de Castro, como no podía ser de otra manera, ha terminado bien. Elaboración de un comunicado consensuado desde el Vaticano con frases como: Encuentro“institucional”, “muy positivo” y que “puede ayudar” a mejorar las relaciones entre el Ejecutivo socialista y la Santa Sede, amén del cortés apretón de manos. Pero, hoy me siendo confundido con tanta contemporización verbal y buen rollito ¿Hubo o no problemas entre ambos Estados? ¿En qué quedamos? Lo digo porque hace muy pocos días, era sólo con la Conferencia Episcopal española.
En cualquier caso, pasadas las elecciones volveremos sobre el asunto. Lo que no comparto es que de primeras “El PSOE descarte cambiar el Concordato”. Eso, como dijo uno, ya lo veremos en su momento. Lo digo, porque los dirigentes del hoy gobernante partido, saben que entre sus filas hay militantes, afiliados, simpatizantes y votantes (creyentes o no) que están hasta las narices de la Conferencia Episcopal y del PP. Aunque hay que reconocer que¡Ojo con existen socialistas que aún no se han posicionado sobre la definitiva separación de la Iglesia y el Estado.
Finalmente, me fastidia ver cómo la política es cada vez más un espectáculo. Lo cuento: Con gritos como “¡Dale a Rouco!”, “¡Dale a los curas!” jalearon en un mitin a ZP. Seguidores que, al punto quedaron descolocados ante el anuncio de la fumata blanca alcanzada por el líder. Así, la tensión se sustituyó por el diálogo. Daba risa, los que momentos antes daban caña rompieron a aplaudir “como autómatas” en gratitud a no se qué desconocidos logros alcanzados. Es la leche, me recuerda el asamblearismo laboral que padecimos algunos en los años setenta, tan condenable y tan peligroso ayer como hoy.
Recomiendo que se huya de la demagogia y de lo políticamediática correcto, del malconfundir en más de una ocasión ZP-gobierno con el PSOE y de no querer ver las ciberdemandas en torno a cómo hacer cada vez más libre y más fuerte a España ante los estados teocráticos de turno.
Resulta que la cena, la del “caldito”, mantenida entre el presidente Rodríguez Zapatero y el nuncio Manuel Monteiro de Castro, como no podía ser de otra manera, ha terminado bien. Elaboración de un comunicado consensuado desde el Vaticano con frases como: Encuentro“institucional”, “muy positivo” y que “puede ayudar” a mejorar las relaciones entre el Ejecutivo socialista y la Santa Sede, amén del cortés apretón de manos. Pero, hoy me siendo confundido con tanta contemporización verbal y buen rollito ¿Hubo o no problemas entre ambos Estados? ¿En qué quedamos? Lo digo porque hace muy pocos días, era sólo con la Conferencia Episcopal española.
En cualquier caso, pasadas las elecciones volveremos sobre el asunto. Lo que no comparto es que de primeras “El PSOE descarte cambiar el Concordato”. Eso, como dijo uno, ya lo veremos en su momento. Lo digo, porque los dirigentes del hoy gobernante partido, saben que entre sus filas hay militantes, afiliados, simpatizantes y votantes (creyentes o no) que están hasta las narices de la Conferencia Episcopal y del PP. Aunque hay que reconocer que¡Ojo con existen socialistas que aún no se han posicionado sobre la definitiva separación de la Iglesia y el Estado.
Finalmente, me fastidia ver cómo la política es cada vez más un espectáculo. Lo cuento: Con gritos como “¡Dale a Rouco!”, “¡Dale a los curas!” jalearon en un mitin a ZP. Seguidores que, al punto quedaron descolocados ante el anuncio de la fumata blanca alcanzada por el líder. Así, la tensión se sustituyó por el diálogo. Daba risa, los que momentos antes daban caña rompieron a aplaudir “como autómatas” en gratitud a no se qué desconocidos logros alcanzados. Es la leche, me recuerda el asamblearismo laboral que padecimos algunos en los años setenta, tan condenable y tan peligroso ayer como hoy.
Recomiendo que se huya de la demagogia y de lo políticamediática correcto, del malconfundir en más de una ocasión ZP-gobierno con el PSOE y de no querer ver las ciberdemandas en torno a cómo hacer cada vez más libre y más fuerte a España ante los estados teocráticos de turno.
4 comentarios:
Frente al Sistema clerical-derechoso:
No violencia activa (III): El amor contra la voluntad de poder
http://lacomunidad.elpais.com/periferia06/posts
El Blog de Cordura
Testimonios del crepúsculo
Antes que huidas o replanteamientos , yo recomendaría , reconocer la estupidez que nos afecta , para así poder empezar a combatirla
Ánimo
Soy partidario de lo políticamente correcto para que esta situación no sea sacada de contexto. El problema es ese Chema, los carroñeros utilizan estos temas y debemos de conseguir evitar la controversia más allá de lo meramente propio. No te falta razón pero hay que entender que el toro es complicado de lidiar. Tranquilo todo llegará, no pongamos la venda antes que la herida.
Debemos de conseguir que impere el sentido común, y que el día 9 la Jerarquia tome buena nota de lo que ha representado y por que camino conduce su futuro. Dentro de esta existen muchas personas con vocación a servir causas justas y necesarias seamos su portavocía.
jlg
Chema,hoy en el diario La Rioja el Sr. DE LA CAMPAÑA DEL PP en La Rioja, un tal Justo Garcia Turza , hace uso de su LIBERTAD de EXPRESIÓN cuestionando el porque los artistas apoyan al Gobierno cuando pierden adeptos a las salas de cine continuadamente.
Este bajo mi entender no hace sino obedecer la voz de su amo (el pp).
Entiendo que se le da un espacio en un diario de opinión local, mientras otras voces son acalladas y aprovecha para condicionar el voto a la derechona.
No hace sino el ridículo más espantoso debemos de aunar más voces para que estos tipos desaparezcan del espectro mediatico. Tan san-tito y Mariano como es.
Saludos Chema.
jlg
Publicar un comentario