EL 1º DE MAYO, EN UN MUNDO FINITO

Desde hace varios años me muevo en una contradicción. Verán, por un lado me sumo a cuantos dicen que en España debemos cambiar nuestro modelo productivo y ampliar las bases de nuestro patrón económico, otorgando mayor peso a la industria y la tecnología, con más inversiones en estos campos, así como en infraestructuras, equipamientos y capital humano (educación y formación permanente de los trabajadores) y garantizando buenos salarios, y un SMI cada vez más próximo a la media de los países de nuestro entorno y reforzar nuestro sistema de protección social, Así como, para dar más oportunidades de empleo a las personas desempleadas, potenciar las políticas activas y revitalizar los servicios públicos de empleo. Y, por otro, me cuestiono el para qué apoyar tan rápidos crecimientos económicos en nuestro país, en Europa y en el mundo, cuando se detectan síntomas de agotamiento de nuestro planeta Tierra. Agresiones estas que van desde las medioambientales, agotamiento de materias primas y terminan por las evidentes ausencias de políticas que, en serio, atiendan y tengan al ser humano como núcleo del asunto.

Así, la llamada globalización (para mí un nuevo estadio del capitalismo), lejos de repartir los beneficios, lo que está haciendo es abrir aún más la brecha entre pobres y ricos. Y en este contesto, los españoles, como otros más, tan contentos por ser y poder consumir de todo y... punto.

A mi entender, la izquierda social y política no ha encontrado la respuesta. Sólo describen la situación y en ocasiones percibo ciertos silencios, cuando no un más que preocupante y aparcado activismo ideológico, sustituido por la telegénia y la reivindicación diaria, que no es poco. Es hora, de que el sindicalismo y los partidos progresistas, se cuestionen el orden económico existente. Les digan a los ciudadanos que estamos en un mundo finito, injusto….. y, formen en los valores del socialismo a cuantos ciudadanos ideológicamente así lo demanden o quieran seguirles. Para ello, es fundamental quitar ciertos prejuicios. La vida no es sólo las elecciones y sus resultados.

Aún con todo ¡VIVA EL 1º DE MAYO!