“PINTADAS ANÓNIMAS”
No es la primera vez que en el barrio de San José Obrero, en el que vivo hace más de 50 años, aparecen pintadas en muros y mobiliario urbano diverso. Las hay, que se suponen están hechas por colegiales de corta edad. No tienen un mensaje claro. Pero, hay otras que incitan a una reflexión nada más verlas; bien porque destilan odio o porque el o los autores creídos que son los “zorros” de la ciudad, lanzan proclamas pseudo revolucionarias encubiertos por el infame anonimato.
La última es vergonzante. Dice ni más ni menos que se marchen los ricos del barrio. Este ciudadano, a mi entender, tiene un empanada mental de órdago a la grande. Desconoce u obvia que él mismo, vive en una sociedad “hojaldrada”. Aquello de capitalistas y proletarios, por suerte no se da por estos pagos. Y lo más lamentable es que ensucia el barrio bajo una supuesta actitud revolucionaria o contestataria. Su activismo está molestando a los vecinos que son por cierto currelas, gente que vive de su trabajo o de su pensión. Créanselo que son muchos con los que hablo y me dicen que si lo cogen in fraganti le dirían más de dos cositas, además de esperar a que la Justicia le haga pagar la limpieza de sus pintadas.
Si Marx o Bakunin vieran a este ciudadano que emula nocturnamente a grandes revolucionarios, seguro que intelectualmente le sacarían los colores.
Me parece que en el fondo este pintor tiene dos problemas: la soledad y la incomunicación. ¡Ojalá! encuentre el camino.
No es la primera vez que en el barrio de San José Obrero, en el que vivo hace más de 50 años, aparecen pintadas en muros y mobiliario urbano diverso. Las hay, que se suponen están hechas por colegiales de corta edad. No tienen un mensaje claro. Pero, hay otras que incitan a una reflexión nada más verlas; bien porque destilan odio o porque el o los autores creídos que son los “zorros” de la ciudad, lanzan proclamas pseudo revolucionarias encubiertos por el infame anonimato.
La última es vergonzante. Dice ni más ni menos que se marchen los ricos del barrio. Este ciudadano, a mi entender, tiene un empanada mental de órdago a la grande. Desconoce u obvia que él mismo, vive en una sociedad “hojaldrada”. Aquello de capitalistas y proletarios, por suerte no se da por estos pagos. Y lo más lamentable es que ensucia el barrio bajo una supuesta actitud revolucionaria o contestataria. Su activismo está molestando a los vecinos que son por cierto currelas, gente que vive de su trabajo o de su pensión. Créanselo que son muchos con los que hablo y me dicen que si lo cogen in fraganti le dirían más de dos cositas, además de esperar a que la Justicia le haga pagar la limpieza de sus pintadas.
Si Marx o Bakunin vieran a este ciudadano que emula nocturnamente a grandes revolucionarios, seguro que intelectualmente le sacarían los colores.
Me parece que en el fondo este pintor tiene dos problemas: la soledad y la incomunicación. ¡Ojalá! encuentre el camino.
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