La mirada contemplativa es una manera de meditar, de
encontrar tu yo interior, de estar más cerca de lo que te rodea. O eso dicen.
Ciertamente que me está siendo complejo pasar de MODOERÓTICO al MODO CONTEMPLATIVO pero, como dicen algunos, ponte a ello y en ello
estoy.
Miro fugazmente la página que a cabo de empezar a teclear
en el ordenador, teniendo de fondo la ventana por la que escucho el
ruido incesante de algunos truenos y el diluviar sobre los tejados contiguos.
Contemplo con mirada corta la pantalla del ordenador y con mirada larga cómo las
tejas empapadas por la incesante lluvia brillan que parecen estar caramelizadas.
¡No hay manera de centrarse!
Paso así unos minutos, respiro profundamente y repaso algunas fotos de cuadros de un pintor ruso y elijo una de ellas. ¡¡Qué mejor contemplación!! ¡¡Dios!! ¿Qué
me decís? Queda claro que mi actitud abierta y curiosa pasa por la observación
¡Qué maravilla!
Total, que en guerra estoy entre la percepción y el
conocimiento, entre el ser y su estar que espero despeje el conflicto de
ansiedad que nos produce tanta sobre información de la cual es complicado
escapar, cuando uno se siente aprendiz de eso que algunos llaman ser un librepensador.
En fin, seguro que toda esta encrucijada que nos sobresalta
un día sí y otro también quede resuelta bajo el principio aquel de ¡Después de
la tempestad, viene la calma! O como suelo apuntar en plan guasón, mejor la
cama. Ala, pongo fin y cuelgo estas líneas en mi blog, cierro el ordenador y me voy a
españolear un poquito, caña y patatas fritas con sabor a jamón que es agosto.
Autor del cuadro: Lyapkalo Viktor Alexandrovich
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