4/5/23

BOSONIT EN EL CASCO ANTIGUO. O LOGROÑO SIN CAMINO DE SANTIAGO.

Merece la pena arriesgarse ante el ICOMOS-Internacional, interlocutor directo con el Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO y perder el marchamo de "paso francés" por la capital riojana. No es mucho atrevimiento político en un año eminentemente electoral. Por otro lado, sorprende ver tanto político vinculado a esta empresa. Es como una red que se ha ido tejiendo, no sé si casual o no.

Recordaremos que el Ayuntamiento de Logroño aprobó el 2 de febrero en su sesión plenaria la modificación del Plan General Municipal (PGM) para introducir el cambio de uso de la parcela de la calle Marqués de San Nicolás 20, para permitir la instalación de nuevo edificio de la firma Bosonit. Este cambio contempla el paso de residencial privado a dotacional privado de servicios, una "mezcla de usos que permite que se cuente en el solar con oficinas y uso residencial". ¿Residencial?  ¡uy!, ¡huy!, ¡uy!

En dicho pleno municipal se dio la aprobación gracias al voto de los dos concejales no adscritos Javier Garijo y Marisa Bermejo (cuanto me recuerda lo sucedido en Madrid con el denominado periodísticamente Tamayazo), que se unen al sí del municipalesco PSOE, y Unidas Podemos [Equo+Podemos] muy equidistante de la contraria opinión de IU. El PP (con la ausencia en el debate de la concejal del PP Penélope Ramírez que según dicen trabajó en Bosonit, y el PR+ que se abstuvieron siendo el único voto en contra el de Ciudadanos. Recordemos que el exlíder de C’s Diego Ubis también perteneció a Bosonit. Bufff.

Pasado este trámite municipal, nos encontramos a las puertas de una reunión el 9 de mayo del Consejo Superior de Patrimonio de La Rioja. Reunión en la que se verá un nuevo paso sobre el affaire de Bosonit. ¿Cuál va a ser la orientación del voto de sus componentes? Miembros que con su “autonomía” pueden o no decidir y mucho este incierto futuro.

Pero, más allá de lo dicho aquí y ahora lo que tiene que quedar claro es si después de todo queremos correr el riesgo de que la UNESCO nos borre del Camino de Santiago. Y entonces qué.

No hay comentarios: