Y NOSOTROS ENTRETENIDOS Y DESPISTADOS

 Está claro que los poderes, eso que es difícil de concretar con nombres y apellidos, nos despistan de lo que claramente es importante para los ciudadanos. 

He llegado a esta conclusión después de creer que el sistema democrático y sus correctores empujaban en favor del progreso humano pero, escuchando a uno de los actores, me cuesta encontrar por qué este actual PP dice cosas que no están en su “principios”. Alberto Núñez, ese señor que para más pompa personal le gusta que le llamen Feijóo que, ante la necesidad de dar salida al asunto de la emigración, vincula migración con violencia e impide alcanzar acuerdo alguno sobre esta compleja materia internacional. Ese político que ha hecho bueno al anterior jefe del PP que fue apartado sin importarles la democracia interna de su partido. Estos “populares que en Bruselas parecen moderados y en España se convierten en la actuante y real ultraderecha. 

Y sí, digo que estoy harto de una derecha que sólo nos habla de problemas y nulas alternativas, ni una sólo propuesta a confrontar con el PSOE y sus socios. Todo es bulo y odio porque a fecha de hoy no son los inquilinos de La Moncloa. 

Personalmente me gustaría que en España se hablara y si procede se alcanzaran acuerdos sobre cuál es el papel a jugar por nuestro país en la esfera internacional o si es posible reducir la desigualdad que aqueja a muchos ciudadanos. O, si es posible poner en el horizonte constitucional una cierta planificación de cuantos asuntos afectan a la mayoría, más allá de lo que cada cual vote. Pero, me temo que con este PP “voxorizado” es imposible. 

Me pregunto si es factible mantener una institucionalidad con los diferentes “populares” que coexisten con el PSOE en CCAA y municipios, tanto en cuanto los mandamases de Génova estén echados al monte. 

Y mientras tanto el Mundo gira y vaya si gira y si no miren que pasa por EEUU, China ...Por cierto, toda guerra al final finaliza en una mesa. ¿Cuál será la primera en despejarse, la de Ucrania o la de Gaza? Dejen de tomarnos el pelo.