Estos días andamos leyendo a muchos autores que nos dan su opinión sobre el momento político actual. Manolo de la Rocha, Nicolás Sartórius, Odón Elorza...etc y, ciertamente es enriquecedor pues como se suele decir “se han estrujado el coco” intentando poner orden tras los comicios celebrados este año. Sin embargo, me preocupa el silencio del socialismo riojano.
Pasar la página, como digo, no significa que si los españoles padecen futuramente otro “procés”, el gobierno de turno tenga que emplearse a fondo para no llegar hasta donde se llegó y, en el supuesto de llegarse aplicarse todo el peso de la ley.
Bien, ya hemos visto como el 29 de septiembre el PP es incapaz de sacar de La Moncloa a Pedro Sánchez, por mucho que insista en haber ganado las elecciones del 23J. Relato, el de haber ganado que choca con la legislación vigente que tanto dicen ellos respetar, que pone de relieve que estamos en un sistema parlamentario y no presidencialista, en el que los diputados son los que deciden finalmente quién es el presidente del gobierno de España. Peligroso discurso ya que vierte ante la opinión pública un mensaje torticero de que “ilegítimamente” no le dejan gobernar.
Pero volviendo al principio, va urgiendo salir del viciado debate de sí o no procede una amnistía y ciertamente, el programa expuesto por Alberto Núñez poco o nada beneficia a la clase trabajadora y a la clase media. Diríase que su acto de investidura pareciera ser una moción de censura contra el presidente pedro Sánchez.
siempre es lo mejor. Las mentiras escuchadas y el discurso en pro de reformar -que no derogar el sanchismo-urge contestar cuanto antes para que la demagogia y vaguedades esparcida desde la tribuna del Congreso de los Diputados no cale entre la ciudadanía. Tenemos meses donde el PP va a llevar a los parlamentos y ayuntamientos su discurso inconsistente pero frentista.
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