Dejando atrás las polémicas partidarias y la gobernabilidad de nuestro País; preparándonos para los nuevos recortes que Bruselas nos va a imponer; preocupados con el futuro de las pensiones presentes y futuro del sistema de la Seg Social y así, un largo enunciado de asuntos. Hoy, prefiero hacerme eco de la noticia que dice que en España y Portugal crece el favor por establecer una unión. Sí, como lo oyen.
La encuesta más reciente, el Barómetro de la Imagen de España realizado por el Real Instituto Elcano entre mayo y junio de 2016, indica que un 68% de portugueses cree que ambos países "deberían avanzar hacia alguna forma de unión política ibérica", y un unánime 83% considera que ambos países "tienen intereses comunes en política internacional". En el último Barómetro de Opinión Hispano-Luso, publicado en 2011 también por el Real Instituto Elcano, un 39,8% de españoles y un 46,1% de portugueses apostaba por una Federación de Estados. Pocas cuestiones suscitan un consenso social tan amplio sin haber pasado siquiera por el rodillo de la opinión pública.
Como comprenderán después de leer estas cifras y constatar que en las agendas políticas de ambos Estados esto no existe nada que se aproxime a estos datos y deseos. Que, en España –para empezar-, tenemos el lío de Cataluya y del españolismo tanto de derechas como de izquierdas…etc. Quiero traer a la memoria que hace unos dos siglos ya se empezó a hablar del Iberismo, que como vemos, es algo misterioso dentro de nuestro ADN pero, que cuando preguntas tranquilamente en nuestros círculos de amistad lo ven con cierto agrado. Es más, algunos te dicen que así nos harían más caso en la Unión Europea al tener un PIB muy alto, que nos podría poner en las mismísimas puertas del selecto club de países del G8.
En la actualidad hay partidos en ambos países que tiene como reto convencer primero a los electores y luego a la clase política de que la creación de una Comunidad Ibérica de Naciones, formada por España, Portugal y Andorra, es la única herramienta no solo para superar la crisis, sino para convertirnos en potencia mundial.
Puede parecernos estrambótico esto de las “uniones-confederalizaciones” pero, el PSOE ya en el trascendental congreso de Suresnes celebrado en 1974, iba más allá de la 'España plural' y aceptaba el derecho de autodeterminación de las nacionalidades. Así se decía que: “El PSOE se pronuncia por la constitución de una República Federal de las nacionalidades que integran el Estado español por considerar que esta estructura estatal permite el pleno reconocimiento de las peculiaridades de cada nacionalidad y su autogobierno a la vez que salvaguarda la unidad de la clase trabajadora de los diversos pueblos que integran el Estado español”. Por cierto, un año más tarde en el VI Congreso de las Juventudes Socialistas de España celebrado en Lisboa, Portugal en julio de 1975 y al que asistí en representación de La Rioja, se aprobó caminar en la dirección de crear la República Federal de los pueblos de la Iberia.
¡¡Qué cosas decíamos!! ¿Estábamos locos o cuerdos?
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