31/1/21

LA CONCERTACIÓN POSIBLE O IMPOSIBLE

 El 15 de enero se reunió la Mesa de Diálogo Social para la Recuperación, la Transformación y la Resiliencia, siendo la tercera vez que se reúne desde su constitución el pasado mes de noviembre, en la que participaron el Gobierno, las patronales y los sindicatos más representativos.

En esta reunión el Gobierno expuso a los interlocutores sociales y económicos los elementos principales de las 170 reformas, distribuidas en 30 capítulos, que se van a trasladar a la Unión Europea. El Plan de Recuperación recoge la estrategia, las inversiones y la agenda de reformas estructurales para superar los efectos de la crisis sanitaria y sus consecuencias económicas y sociales, junto con las políticas para afrontar los retos de la próxima década y llevar a cabo una segunda modernización de nuestra economía. Todo ello potenciando el crecimiento económico y la creación empleos de calidad, reforzando los servicios públicos y el Estado de bienestar y reduciendo las desigualdades y la pobreza provocadas por las políticas austeridad y recortes impuestas desde la crisis económica de 2008. 

Bien, yo me pregunto si no hubiera sido mejor que el Ejecutivo hubiera mantenido previamente reuniones exploratorias con la patronal y los sindicatos y así nos hubiéramos evitado  el que éstos contestaran “que no podían dar su opinión sobre las 170 reformas por desconocer sus contenidos”. 

Esta peculiar forma de trabajar supone retrasar el diálogo social y que los sindicatos estén molestos. 

Hoy, conocemos que ya el Gobierno ya les han trasladado los documentos pero, en fin. Como digo, se puede hacer las cosas de otra forma. 

Con anterioridad a esta reunión UGT y CCOO habían anunciado un proceso de movilizaciones, que se ha concretado en una serie de concentraciones en todas las capitales del país el próximo 11 de febrero, para exigir al Gobierno recuperar la agenda social pactada al inicio de la legislatura e impulsar todas las mesas de negociación. Ponen el acento en la necesidad de que el Salario Mínimo Interprofesional, actualmente congelado en 950 euros mensuales, suba en 2021, junto a la derogación de las reformas laborales y de pensiones, a la vez que reivindican la renovación del acuerdo interprofesional para la negociación colectiva con los empresarios, la regulación de las plataformas digitales, la lucha contra la siniestralidad laboral y el fomento de la igualdad salarial. 

Así las cosas, los sindicatos se están viendo obligados a reflexionar sobre “este” diálogo y sobre su política de responsabilidad las más de las veces no muy bien entendido por muchos asalariados, que pueden frenar las movilizaciones anunciadas. 

En definitiva, CCOO y UGT tendrán muchas dificultades, con la vigente legislación laboral sin “tocar”, para mantener el diálogo y la concertación. 

Hoy, conocemos que ya el Gobierno ya les han trasladado los documentos pero, en fin. Como digo, se puede hacer las cosas de otra forma. 

Con anterioridad a esta reunión UGT y CCOO habían anunciado un proceso de movilizaciones, que se ha concretado en una serie de concentraciones en todas las capitales del país el próximo 11 de febrero, para exigir al Gobierno recuperar la agenda social pactada al inicio de la legislatura e impulsar todas las mesas de negociación. Ponen el acento en la necesidad de que el Salario Mínimo Interprofesional, actualmente congelado en 950 euros mensuales, suba en 2021, junto a la derogación de las reformas laborales y de pensiones, a la vez que reivindican la renovación del acuerdo interprofesional para la negociación colectiva con los empresarios, la regulación de las plataformas digitales, la lucha contra la siniestralidad laboral y el fomento de la igualdad salarial. 

Así las cosas, los sindicatos se están viendo obligados a reflexionar sobre “este” diálogo y sobre su política de responsabilidad las más de las veces no muy bien entendido por muchos asalariados, que pueden frenar las movilizaciones anunciadas. 

En definitiva, CCOO y UGT tendrán muchas dificultades, con la vigente legislación laboral sin “tocar”, para mantener el diálogo y la concertación