Bueno, ya tenemos Presidente de Gobierno. Ya
padecemos la dilatante actitud de la Comisión Gestora. Ya Pedro Sánchez ha
pasado la revisión a su Peugeot…, es cuando reclamo a todo aquel que se sienta
socialista que se afilie al PSOE. Sí, por que no. Este partido no es la primera
ni la última vez que ha tenido una encrucijada y si no recordemos esta página
olvidada de la historia de España.
Me estoy refiriendo al conflicto que padecieron
los socialistas de la UGT y del PSOE en la Dictadura de Primo de Rivera. La
“dictablanda” que es también como se le conoció, generó un intenso y largo debate en el seno de la
familia socialista debido a la política adoptada por el dictador de tender
puentes. Unos estaban a favor de los ofrecimientos muy atrayentes para un
sector del Partido y para el Sindicato porque posibilitaban influir por vez
primera en el ámbito laboral, negociando con la patronal en los Comités
Paritarios. Y otros socialistas veían con espanto colaborar con el dictador,
planteando grandes escrúpulos éticos y democráticos.
Así, Besteiro tras su regreso del
Reino Unido de Gran Bretaña conoció bien lo que significaban el fabianismo y
laborismo, convirtiéndose en un decidido defensor de ambos, abandonando su
inicial actitud pasiva para con el golpe de Primo de Rivera y pasando a alinearse con el connivente de Largo Caballero. Besteiro consideraba,
por su parte, que el establecimiento de un sistema democrático era
responsabilidad de la burguesía, por lo que la clase trabajadora no debía
involucrarse en la lucha contra el nuevo régimen, muy al contrario de lo que
defendían Indalecio Prieto o Fernando
de los Ríos, mucho más vinculados con los republicanos contra la
Dictadura y el establecimiento de una democracia en España.
Traigo a colación esta página de la historia, consciente de que la sociedad
actual poco tiene que ver con aquella de los años veinte del siglo pasado. Pero,
sí para advertir a aquellos socialistas que abandonan las filas del PSOE y para
aquellos que a buen seguro seguirán con el divertimento de satanizar cuando no
alimentar el odio cruzado, entre los que defendimos el “No es no” o por el
contrario favorecer la gobernación de Rajoy, para alinearme con aquellos que están
por pasar la página. Eso sí, aclarando que es lo que ha pasado entre la trastornada
dirigencia actual que nos ha llevado a la confrontación.
Por tanto, es el momento de reconstruir un relato político trenzado de
alternativas claras que beneficien a los ciudadanos. Para ello, si se tiene que
celebrar una nueva Conferencia Política que se haga ya pero, póngase fecha de celebración
del Congreso cuanto antes, para elegir a un secretario general e irrigar de
semejantes actos estatutarios a lo largo y ancho del País.
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