Es normal que la militancia socialista –al igual que la de otros partidos-, esté haciendo sus “porras” para ver la fórmula con la que una vez constituido el Congreso investir a Pedro Sánchez como presidente del gobierno de España. Sin embargo, se haría muy bien en pensar también en que programas se podrían poner en marcha y así tener cuatro años “tranquilos”. La ciudadanía lo agradecería y mucho.
Así mismo, podemos encontrar en casi todos los periódicos artilugios que permiten como si se tratara del un calculador de hipoteca, proyectar varias hipótesis para que los socialistas sigan en La Moncloa. En fin, un entretenimiento que forma parte de la “Fiesta de la Democracia”.
Por otro lado y despejado por la CEF reunida el 29 de abril en Ferraz, esta ha dicho que con los “naranjitos” nada, de nada, abriéndose varias posibilidades a explorar a partir del deseado gobierno monocolor socialista, apoyado con acuerdos parlamentarios. ¿Será posible? Veremos.
Os dejo como acompañamiento de este articulo una foto tricolor por la que yo apostaría, consciente de que Esquerra Republicana puede ser decisivo a la hora de formar Gobierno, pero si éstos ponen la condición del dichoso referéndum, mala historia…. En fin, hasta el partido del cántabro Revilla se hace imprescindible para una gobernabilidad sin sobresaltos.
De Podemos y compañía lo mismo, pero desde aquel “sorpasso” o de aquel “Tic, tac….”,a lo escrutado hace unas horas, mucha agua ha caído. Esta formación en el fondo no está nada contenta con los resultados y para hacerse valer se harán los duros una vez más. Han pagado en las urnas los problemas que tienen internos y el carajal ideológico ahora que estamos donde siempre hemos estado. Bloque de derechas e izquierdas y no aquella filfa de los de arriba contra los de abajo.
Podemos existe y ahí está, pero ha dividido al electorado progresista. Además, exporta a “podemitas” enfadados con su partido creando plataformas las más de las veces sustentadas en el personalismo y un cierto aborrecimiento hacia los partidos.
Ejemplo de lo aquí expuesto –la división-, es lo que va a ocurrir en las próximas elecciones del 26 de mayo, que si no cambia nada en el ayuntamiento de Logroño el elector podrá elegir -para empezar-, entre tres formaciones de izquierdas.
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