11/5/19

RUBALCABA. UN HOMBRE DE ESTADO


 
Alfredo Pérez Rubalcaba tuvo siempre un perfil amable, próximo y pactista, además de ser un gran comunicador y con actitudes de un gran estadista. Sin duda alguna, nos ha dejado uno de los políticos españoles que mejor ha sabido trasladar la democracia en su actividad política. 

Como es normal ahora todo dios hablamos sobre el desaparecido Alfredo, poniendo el acento en su tarea política y muy especialmente recordando el paso por  los gobiernos socialistas. En cualquier caso para mí un “Hombre de Estado”, con la cabeza muy bien amueblada. Un político de “raza” de los que ahora escasean. El hombre que durante ocho años luchó y venció al terrorismo de ETA, acaba de irse, en silencio… Sin ruido, como hacen las personas inteligentes. 

Pero hoy -ya se que son momentos de luto y de recordar su trabajo-, por más que quiero no puedo pasar por alto los malos momentos trenzados de mentiras espetadas por el PP contra este ministro. Puro cinismo. Hoy -a sabiendas de ser políticamente incorrecto-, algunos correligionarios del PSOE cambiarán su “discurso” ensalzando la obra de este insigne compañero. Puro postureo. Y hoy, que quiere que les diga, que complicado lo tienen  los ya no tan nuevos partidos, incluido los neofranquistas de Vox. Puro esperpento. Así somos.

Sin embargo, quiero aprovechar esta triste noticia no para hacer una oda al compañero sino para mirar en mi entorno y ver si encuentro a alguien, ya sea de derechas o de izquierdas (que no pertenezca a la etapa de la clandestinidad ni a la de la Transición) que pueda llegarle a la “altura de los zapatos”. Miro y por más que miro, lo máximo que encuentro son neófitos de Maquiavelo, como a él tan injustamente se le tildó.  

En fin, puede que yo esté “ciego” pero, con el paso del tiempo afirmo que ha sido una lástima comprobar, que a aquellos que se les pudiera haber “pegado” algo cuando pisaron moqueta por la M30, sigan empecinados en proyectar meritorios “maquiavelos”, cuando no “Hombres de paja” y no aprendices de “Hombre de Estado”. Toda una pérdida de tiempo.
 
D.E.P.

 


 

 

 

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