Ni
Francia ni Italia con sus respectivos gobiernos aparentemente socialdemócratas,
han podido frenar a la Troyka y la germanización de la eurozona o si lo
prefieren de la UE. España está por ver si puede, junto a otros partidos
progresistas hacer algo que pare los pies a este sistema de cosas y que en
cualquier caso, necesitará del concurso de los ya citados siempre que el PP
deje la Moncloa.
Así
que miro perplejo estos días lo que está ocurriendo en el Reino Unido de Gran
Bretaña tras la peor derrota en décadas del laborismo. Como siempre, la cúpula
del Partido Laborista con el supuesto fin de recuperar votantes, nuevamente
quiere virar aún más hacia el centro pero, las bases están respaldando a un
candidato del ala izquierda que para nada desea ir hacia esas aguas difusas.
Quien acompañan esta tesis son algunos activistas sociales y sindicalistas que
manifiestan que el PL traicionó con la denominada “Tercera Vía” de Tony Blair,
las raíces y no sólo las históricas. Supongo que esto a todos nos suena.
El
“nuevo líder” que atiende por nombre de Jeremy Corbyn, es un veterano diputado
de 66 años que ha pasado de presentarse a unas primarias con escasas opciones a
ser el favorito en convertirse en su líder y candidato a primer ministro a nada
que le “dejen”. El 12 de septiembre veremos que pasa finalmente
Dicho
esto y mucho más que podríamos decir, recuerdo cómo la militancia socialista en
España celebró unas primarias donde ideológicamente apoyaron al
revisionista/reformista que dio como ganador a Pedro Sánchez. Nada parecido a
lo que está pasando en el laborismo isleño. Nada que decir pues las urnas
hablaron pero, visto que lo que se necesita es dejar muy claro qué es lo que
somos y que pretendemos; que no somos Grecia ni el PSOE es el PASOK; que ahora
en la oposición esgrimimos lemas contra la austeridad; que dentro del concepto
“política electoral” queremos atraernos a los que han estado indignados y no
sólo contra el PP…estaría muy bien que primero, la militancia apoyara a compañeros candidatos
para el Senado y para el Congreso de los Diputados que estuvieran muy lejos del
hecho liberal-reformista en el que se sitúa la cúpula del PSOE y segundo, sin
dejar de aspirar a ser la centralidad de todo el cuerpo electoral, peleemos
paralelamente por ser el centro de la multiforme izquierda. ¿Cómo se consigue
esto último? Con tesón, con paciencia y marcando las diferencias frente
aquellos que odian al socialismo y aquellos que por estrategia electoral
esconden lo que el CIS señala como de extrema izquierda. De la hegemonía y de
la “casa común” otro día hablamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario