26/8/25

MODO "patriotismo"

Decía Charles de Gaulle “Patriotismo es cuando el amor por tu propio pueblo es lo primero; nacionalismo, cuando el odio por los demás es lo primero”. 

Las derechas gritan “España” pero su proyecto es viejo y bebe del nacionalcatolicismo: mantener los privilegios de unos pocos frente a la mayoría trabajadora. El PP y Vox no defienden a la patria, defiende como siempre a los poderosos. 

Ambos partidos se envuelven en banderas y gritan “patria”, pero sus políticas son un ataque directo a los trabajadores, a las mujeres y a la democracia. Desde una mirada marxista, es evidente: la derecha siempre ha estado al servicio de las élites económicas, usando el discurso nacionalista para ocultar la lucha de clases. Hablan de unidad, pero su verdadera agenda es dividir, enfrentando a unos contra otros para que los poderosos sigan acumulando privilegios. 

El patriotismo de Vox y del PP no es más que antipatriotismo. No se trata de defender al pueblo, sino de proteger a los intereses de grandes capitales y poderes extranjeros, especialmente los de Estados Unidos que ha abierto una “guerra de momento comercial planetaria contra China”. Mientras repiten la palabra “España”, promueven recortes de derechos sociales en comunidades autónomas y políticas fiscales que favorecen a los ricos. 

La patria no se defiende con odio ni con símbolos del pasado, sino con derechos, igualdad y justicia social. Defender la patria es garantizar vivienda, sanidad, educación, salarios dignos y respeto a los derechos humanos. La verdadera España está en sus gentes trabajadoras, en las mujeres que luchan, en la juventud que reclama futuro. PP y Vox pretenden disfrazarse de patriota, pero en realidad debilita al país al ponerlo al servicio de los poderosos. 

 

22/8/25

MODO: Hasta los "bemoles"


Del nazismo a Gaza: la historia no puede repetirse ante nuestros ojos. La humanidad supo derrotar a Hitler y poner fin a una maquinaria de exterminio que dejó millones de víctimas. Hoy, sin embargo, el genocidio que sufre el pueblo palestino en Gaza a manos de Israel avanza con la complicidad internacional. La lección histórica está clara: frente al horror, la indiferencia también es un crimen.

Netanyahu acelera la ofensiva israelí en la Ciudad de Gaza.  La ONU y la Cruz Roja, así como las familias de los rehenes israelíes, continúan reclamando un alto el fuego inmediato, pero el primer ministro Benjamín Netanyahu ha ordenado acelerar la toma de la localidad. Mientras Egipto y Arabia Saudí buscan una salida negociada, e incluso Hamás ha ofrecido la liberación de parte de los israelíes secuestrados, Tel Aviv ha descartado por el momento responder a las ofertas de tregua. 

Europa dirigida por partidos de derechas se ha convertido en cómplice de un genocidio. Israel ya no es el estado democrático de la década de los 60. Los socialistas, los progresistas…etc tienen que salir a la calle en Occidente a defender a los palestinos.

¿Hasta cuándo la OTAN va a consentir este asesinato en masa? ¿Cómo se derrotó al nazismo?

18/8/25

MODO “Poderoso caballero es don Dinero”

Recordando la letrilla de Quevedo, el dinero sigue siendo el amo de todas las cosas, aunque hoy viste de algoritmo, fondo buitre y lobby corporativo.  Como expresó Zohran Mamdani, el joven de 33 años que el pasado 24 de junio arrasara en las primarias demócratas por la alcaldía de Nueva York, creo que no deberíamos tener multimillonarios.

Son muchos los ciudadanos que no quieren entender que nuestra sociedad está marcada por una injusticia estructural: la división de sus miembros en dos clases desiguales y antagónicas. Por un lado, los capitalistas, que controlan los medios de producción, las finanzas y los grandes mercados, y utilizan ese control para acumular riqueza y poder. Por otro, la clase trabajadora, que solo posee su capacidad de trabajo y vive subordinada a las reglas impuestas por los intereses de una minoría privilegiada.

Ese rechazo a reconocerse como parte de la clase trabajadora está generando una mayor opresión en ámbitos como el laboral, la exclusión social, la concentración del poder mediático en unas pocas manos o el deterioro de la democracia. El desequilibrio es tal que los poderosos de turno han blindado sus posiciones, moldeando leyes, mercados e instituciones en beneficio propio y consolidando un modelo económico que normaliza la desigualdad extrema. Me viene a la mente el caso Montoro como muestra de esta tara hispana, junto a otros ejemplos como Elon Musk, Jeff Bezos o Mark Zuckerberg en EE. UU., quienes se han beneficiado de lo público para fortalecer sus fortunas.

Ante este escenario, diríase que la necesidad, la razón y la justicia exigen superar tanto la desigualdad como el antagonismo de clases, mediante una transformación profunda del orden social que permite y legitima la acumulación desmedida de riqueza y poder en pocas manos.

Tal es el “desclasismo” que hasta los más militantes de la idea —donde prima la política electoral y no tanto la política con mayúsculas— ponen cara de extrañeza cuando se les recuerda que el PSOE tiene por aspiración la completa emancipación de la clase trabajadora, entendida como la abolición de todas las formas de explotación y opresión, y la construcción de una sociedad de trabajadores libres, iguales, solidarios y responsables de su destino común.

Esta flagrante contradicción —me refiero al no querer o saber que formas parte de la clase oprimida— es lo que permite que calen discursos según los cuales, gracias a los millonarios, vivimos mejor. Error de bulto: estos poderosos no son el resultado de un mérito excepcional, sino de un sistema que socializa los riesgos y privatiza los beneficios, pues sus fortunas dependen de infraestructuras financiadas colectivamente —carreteras, puertos, sistemas legales, educación pública, investigación científica— y del trabajo de millones de personas invisibilizadas.

En este mundo tan desigual, donde la economía se ha globalizado —pero no así los derechos humanos—, vemos cómo coexisten fórmulas de gobierno tan dispares como las generadas en la Unión Europea, EE. UU. o los BRICS, pero en ninguna de ellas se han reducido las grandes fortunas; es más, todo apunta a una mayor concentración. De ahí que sea necesario clamar, como europeos, en favor del aseguramiento de una democracia social, frente a la iliberal que cuestione las bases de un modelo que permite la existencia de multimillonarios como símbolos de un sistema fallido.

17/8/25

MODO CABREO

Soy de la opinión de que en política funcionan los “vasos comunicantes”, y de ahí surge todo el enjambre de reuniones, pactos y estrategias partidarias que se diseñan.

Hoy, a diferencia del PSOE, el PP y Vox han decidido deshumanizar a Pedro Sánchez: ya no lo consideran un adversario político, sino un enemigo.

Por eso me pregunto si es posible mantener a Gonzalo Capellán en silencio, como si no formara parte de ese engranaje. Cada día resulta más difícil imaginar acuerdos con el presidente de La Rioja, porque —nos guste o no— su partido entiende la política como una acción en beneficio propio y no de la sociedad. Hay que generarle contradicciones que le supongan incomodidad.

Dos ejemplos significativos: 

1º. Hace apenas unos días, en Lanzarote, el PP registró una moción para declarar persona non grata al socialista Pedro Sánchez, el más ilustre veraneante de Costa Teguise. 

2º. La doble vara de medir del PP exigiendo en un tono despectivo, chulesco y acusador la comparecencia de tres ministros encausándoles como si fueran los responsables de los incendios en España, y así proteger a sus presidentes autonómicos y habilitando el Senado en agosto.

Podríamos pensar que eso ocurrió muy lejos de La Rioja y que no nos afecta. Pero la pregunta es inevitable: si el vecino de enfrente insulta y ultraja a otro, ¿qué hacemos? ¿Mirar para otro lado … o decir con firmeza: “¡Basta!”?

12/8/25

MODO ERÓTICO. PIRATAS DE AGOSTO

Sentado frente el televisor surfeo entre las olas grises de Gaza, la marea creciente de desigualdad y la niebla espesa de políticos mediocres, siento la necesidad urgente de izar velas, filtrar el ruido y encontrar corrientes limpias que mantengan vivo mi pensamiento crítico.

No sé si soy un pirata de sangre caliente o un bucanero de puerto incierto, pero lo cierto es que navego con el mando a distancia como timón, buscando orillas donde las noticias no me arponeen el ánimo.

En este mar agitado, donde el mundo —guste o no a EEUU— se ha vuelto multipolar (nada que ver con el poliamor, aunque la tentación siempre esté ahí), me debato entre COMPLEMENTAR o SUSTITUIR la información que recibo… o bien sumergirme como un pez tímido y evitar la superficie.

Dicen que, en la cartografía de la infidelidad que los hombres preferimos COMPLEMENTAR y las mujeres SUSTITUIR. No sé si es o no cierto. Si traslado esa lógica de alcoba a la política, admito que a menudo entro en MODO ERÓTICO: me abro a travesías nuevas, a caricias de ideas, a sensaciones que rozan lo prohibido y me arrancan —aunque sea un instante— y así atajo la áspera realidad que los poderosos nos imponen como grilletes invisibles. Y sí, funciona como el mejor de los afrodisíacos.

Cuando recupero el pulso tras tanto infortunio y dejo caer el mando del televisor sobre la mesa como un sable en reposo, respiro hondo y me lanzo otra vez al abordaje del activismo. Confío en que las endorfinas que, en un día luminoso, descubrí en agradable compañía del sexo opuesto, como buenas aliadas de cubierta, me ayuden a luchar contra la sal corrosiva del odio y contra las corrientes mortales que quieren hundirnos.

 

 

 

 

 

 

11/8/25

MODO HISPANO. "ESPAÑA. ENTRE EL MITO Y EL ENGAÑO"

Pongamos que hablo en plan irónico, por aquello de escapar del círculo telegénico donde, día tras día, solo vemos noticias catastróficas que nos empujan a perder la mirada en la lejanía del televisor del salón, olvidando el análisis crítico de lo que nos sirven —ya mascado— las dichosas agencias de comunicación.

Me alarma el creciente número de compatriotas que añoran una España que nunca existió: un país donde todos sus habitantes, uniformados en creencias morales, éticas y costumbres, moldean una nación “grande y libre” que bebe de la dictadura franquista. Y es ahí donde aparece el monstruo de Vox, un partido que está contra el SMI, las pensiones, la igualdad de género… y un largo etcétera.

Y yo me pregunto: ¿desde cuándo las derechas han favorecido a los trabajadores o a las clases populares? El engañabobos es tal que cualquiera que no encaje en esos parámetros se convierte automáticamente en enemigo.

Así, un tal Abascal se vende como prototipo de “españolidad”. Además de ser falso, evidencia la guerra cultural importada desde Estados Unidos, cuya plataforma política en España es Vox.

Quiero terminar con el mejor antídoto: el humor. Fíjense en la foto que acompaña este texto. Tan español es quien les escribe como Abascal o Abderramán II. ¡Ya basta de falsos estereotipos! Por cierto, Jesús de Nazaret, ese sí que no nació en la Hispania romana.

 

10/8/25

SAGASTA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

Comparto la celebración y participación de cuantos actos se desarrollen entorno a los 200 años del nacimiento de Práxedes Mateo Sagasta, pero aprovechemos también para poner de relieve el pensamiento que tenía sobre las organizaciones de los trabajadores en aquella España.

Sagasta, como liberal destacado de la Restauración, veía en principio con recelo a los movimientos obreros y a las primeras organizaciones de trabajadores que comenzaban a surgir en España a finales del siglo XIX. Consideraba que estos movimientos, inspirados en el socialismo y el anarquismo europeos, podían poner en riesgo el orden social y político construido tras la restauración borbónica de 1874.

Como líder del Partido Liberal en la Restauración, se situó dentro de un liberalismo de corte reformista prudente. Según Santos Juliá, el liberalismo de Sagasta “experimentaba un agotamiento doctrinal” al final de su trayectoria, marcado por su resistencia a aceptar demandas sociales más profundas.

Este agotamiento iba acompañado de una retórica que, si bien defendía libertades formales como la asociación y la prensa, establecía límites estrictos frente a iniciativas que consideraba revolucionarias.

Esa división era palpable en relación a los movimientos obreros. En España y Europa, tras el éxito temporal de la Comuna de París en 1871 y el auge de la Primera Internacional, los gobiernos liberales y conservadores identificaron a las organizaciones obreras con la subversión. Recordemos que, en el Parlamento español, la sección nacional de la AIT fue propuesta para ilegalizarse bajo acusaciones de que sus “dogmas condenan el Estado, la religión, la familia, la propiedad…”. Sagasta compartía junto a otros la percepción oficial que veía en esos movimientos una amenaza al sistema liberal-burgués.

En contraste con otros liberales más abiertos, Sagasta recurrió con virulencia al discurso satanizando a la Primera Internacional tildándola como “utopía filosófala del crimen”, una fórmula que sintetiza tanto su rechazo intelectual —lo calificaba de irrealizable— como moral y político —lo calificaba de peligroso—. Esta definición subraya su postura partidaria e ideológica donde las reformas eran admitidas solo dentro del orden parlamentario, pero no así las transformaciones profundas que exigía el movimiento obrero.

Desde la óptica historiográfica, Manuel Tuñón de Lara recordó que el poder durante la Restauración no solo se sostenía por el control electoral y la alternancia, sino por la contención del movimiento obrero, considerado por la oligarquía y el caciquismo como elemento desestabilizador del “bloque de poder” dominante. Para este historiador, ese liberalismo “normalizador” había sido capaz de conceder ciertas libertades institucionales, pero a costa de evitar cualquier reforma que pusiera en cuestión el orden económico y social establecido.

El que calificó de ‘utopía filosófala del crimen’ no solo reflejaba una opinión personal, sino también la actitud general de una élite política liberal europea, empeñada en preservar la estabilidad y contener al proletariado organizado. Una forma de liberalismo que admitía reformas progresistas, pero rehusaba la justicia social entendida como redistribución activa de lo económico.”

Frente a este posicionamiento cabe recordar lo escrito por Pablo Iglesias Posse, en EL SOCIALISTA el 25 de noviembre de 1892, sobre la denominada “revolución social” que señala la importancia de dar a conocer a los trabajadores la causa de su inferioridad social, huyendo de la violencia.

Conclusión. Desde una perspectiva actual puedan parecer medidas tímidas, los liberales impulsaron avances importantes en su época, como la Ley de Asociaciones de 1887, que legalizó sindicatos como la UGT y permitió la actividad del PSOE, y la Ley del Jurado de 1888, que fortaleció la libertad de imprenta al eliminar la censura previa y limitar la jurisdicción militar en delitos de opinión. Juzguen ustedes.

Referencias:

·         Santos Juliá: describe el “agotamiento doctrinal” del liberalismo sagastino al cerrar la puerta a las demandas obreras Wikipedia+10revistas.ucm.es+10OpenEdition Journals+10Wikipedia.

·         Debate parlamentario sobre la Primera Internacional: acusada de atentar contra el Estado, la religión, la familia y la propiedad Wikipedia.

·         Manuel Tuñón de Lara: destaca la función del liberalismo restauracionista en contener las demandas sociales para mantener el “bloque de poder” revistaaportes.com+1nodulo.org+1.

·         El Gobierno de Sagasta (1885-1890), Eduardo Montagut https://www.nuevatribuna.es/articulo/historia/gobierno-sagasta-1885-1890/20161124135546134122.html

 

4/8/25

GAZA: Hay noticias que pasan por debajo del radar.

Hamás se niega a entregar las armas hasta que no exista un Estado palestino, lo que aleja la posibilidad de una tregua en Gaza. Israel anuncia la anexión de Gaza.


Muerte y desesperación, a las que hay que sumar el hambre como instrumento de guerra por parte de Israel, son el pan nuestro de cada día con el que desayunamos los europeos.

Pero quiero poner el acento en hechos que no suelen ser noticia, que —salvo error— no abren portada en los periódicos ni en los telediarios. Me refiero a lo que está ocurriendo entre bastidores. Ejemplos:

El 23 de abril de 2025, la aparentemente desaparecida Autoridad Palestina / OLP —es decir, Mahmud Abás—, durante una sesión del Consejo Central Palestino, urgió a Hamás a desarmarse y a entregar el control político de Gaza, liberando también a los rehenes, como única forma de garantizar estabilidad y legitimidad ante la comunidad internacional.

El 24 de abril de 2025, en El Cairo, la Liga Árabe respaldó oficialmente la postura de Abás, declarando que la OLP debe ser el único representante legítimo del pueblo palestino y la autoridad que controle el territorio, y que Hamás debe entregar las armas y el poder en Gaza.

Posteriormente, a finales de julio de 2025, Qatar, Arabia Saudí y Egipto, junto con la UE, el Reino Unido, Canadá y otros 17 países, emitieron una declaración conjunta exigiendo explícitamente que Hamás se desarme, abandone Gaza y transfiera el poder a la Autoridad Palestina como base para una paz sostenible, el acceso a financiación internacional y la reconstrucción bajo supervisión externa.

El 2 de agosto de 2025, Hamás reafirmó que no depondrá las armas sin el reconocimiento de un Estado palestino soberano con Jerusalén como capital, directamente vinculado a estas presiones internacionales.

Mientras se gestan estas reuniones —y otras que probablemente nunca lleguemos a conocer—, espero que el largo camino hasta la esperanzadora apertura de la 80.ª Asamblea de la ONU no sea tan tortuoso como lo que hemos visto hasta ahora.

Diríase que estamos en un punto que remite a la vieja pregunta de qué fue primero: ¿el huevo o la gallina?

Mientras tanto, sigamos tomando conciencia en favor de los Derechos Humanos, y que, finalmente, los responsables del genocidio en Palestina —le guste o no a Estados Unidos— terminen ante los tribunales internacionales.