Muchos estamos inquietos por los análisis que se hacen sobre las encuestas. Pero ya saben. Hoy toca hablar de las del Barómetro del CIS de octubre, que entre otras cuestiones nos advierten sobre la intención del voto, señalando que el PSOE baja 6 décimas en intención de voto y que el PP sube un punto. ¡La madre que me va a parir! Y, que la distancia se establece en 7´9 puntos. Y, además, agárrate lorito, expresa que: ningún político supera el 4, Zapatero alcanza un 3´46 y Rajoy un 3´42. Así las cosas yo también me sumo al “análisis” (je, je, je…). Vamos a él.
1º. Los mensajes moncloítas dados a lo largo de este viernes, rápidamente han introducido el corrector de que se realizaron tras la huelga general y antes del cambio de Gobierno.
2º. La “nueva comunicación gubernamental” si sigue pasando por mensajes tales como ¡Hay que gobernar para todos! ¡Los sacrificios de ahora garantizarán el futuro para todos! Etcétera, etcétera…Se nos van a ir, que no todos, pero si un montón de votos a la abstención.
3º. Si no se cambian algunas políticas heredadas y otras anunciadas de corte ¡Recorte!, se corre el riesgo en nombre del Estado español, de fustigar a muchos ciudadanos de clases medias y trabajadoras que pueden pasar factura y no sólo electoralmente.
2º. La “nueva comunicación gubernamental” si sigue pasando por mensajes tales como ¡Hay que gobernar para todos! ¡Los sacrificios de ahora garantizarán el futuro para todos! Etcétera, etcétera…Se nos van a ir, que no todos, pero si un montón de votos a la abstención.
3º. Si no se cambian algunas políticas heredadas y otras anunciadas de corte ¡Recorte!, se corre el riesgo en nombre del Estado español, de fustigar a muchos ciudadanos de clases medias y trabajadoras que pueden pasar factura y no sólo electoralmente.
Conclusión. El horno no está para bollos. ¿No será que nuestros votantes no les gusta que se les de gato por liebre?
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