Yo
apuesto por promocionar a las OPAS, más allá de su orientación. Por poner toda
la carne en el asador en la defensa de la Agenda 2030 expulsando a los “pijoprogres”…
El gobierno de España reconoce la importancia estratégica
del sector agroalimentario -como no podía ser de otra manera-, de ahí que estos
días visibilice los problemas que padecen sus actores, a la vez de comunicar
a la opinión pública su compromiso político y de gestión que lleva a adelante tanto
dentro de España como en la UE.
Tanto es así que el propio ministro Planas ha desplegado una
amplia información advirtiendo sobre las ayudas extraordinarias que nunca por
la sequía y el incremento de costes se habían dado en décadas. Sobre la mayor
inversión en modernización de regadíos. Sobre las ayudas para la contratación
de seguros agrarios. Sobre el mantenimiento de la bonificación del gasóleo
agrícola. Sobre el sostenimiento del sistema de módulos del IRPF (que estaba en
duda con el PP)….etc. Es decir, el gobierno de España ha dejado constancia ante
la opinión pública de los trabajos llevados adelante en el sector
agroalimentario para que este sea más competitivo, moderno y sostenible.
Luego, ¿qué está pasando? A mi entender hay quienes
pretenden emular en España las movilizaciones de agricultores que se han dado en
Alemania, Bélgica, Francia o Polonia, pero creo que las motivaciones y las
situaciones son muy diferentes a las de nuestro País.
No obstante, y más allá del beneficio partidario que seguramente
se apunten los de Vox y el PP, estas multiformes y líquidas movilizaciones agrarias
finalizarán más pronto que tarde con un debilitamiento asociativo transitorio en
el sector. Como dijo uno, con el ¡¡Mecagüen dios!! Y con el ¡¡eh, dale. Eeeeh!!
Quién ganan son los de siempre.
Sinceramente, creo que la utilización del descontento ciudadano
-en este caso el de ganaderos y agricultores-, siempre ha sido una constante en
la historia. Esta, me refiero a la utilización, ya hemos visto en los últimos
años algunos ejemplos. Se pasó de las calles y plazas a constituir un partido, que
como bien sabemos los poderes cloaqueros ya se encargaron de desprestigiar, amén
del demostrado infantilismo de sus líderes y que hoy vemos en caída libre. Traigo
esto a colación para advertir a cuantos han salido a las carreteras impulsados por
supuesta “mensajería anónima” vía vía whatss app yendo contra el gobierno de
España y de paso contra las OPAS, que así mejor defienden sus intereses. Pues,
lamento decirles que es un error. Creer que así, como individuos, como turbas y
a las bravas, desprestigiando el diálogo y la negociación van a sacar algo en
limpio, se equivocan pues los que están enfrente de ustedes, ¡vaya que si están
organizados!
Podrán dificultar varios días más el libre comercio y el
tránsito ciudadano. Podrán arrancar el aplauso acomplejado y melancólico urbanita.
Podrán de momento creerse que su potencial individualismo es el mejor
instrumento combativo. Podrán visionar en sus móviles el pseudoempoderamiento
alcanzado, pero como se suele decir, “Después de la tempestad viene la calma”
y, nuevamente desde su individualismo y sus miedos tendrán que enfrentarse al
intermediario de turno o al que está en la cadena alimentaria por encima de
ustedes y ¿Entonces qué?
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