Recuerdo
que Bajo el lema "A la unidad sindical por la libertad", se reunieron
en el restaurante Biarritz, en Madrid, el XXX Congreso Confederal, durante los
días 15 al 18 de abril de 1976. En el participaron más de 600 delegados. Entre
ellos, siete riojanos: Juan José Garnica Díez, Ángel Fernández Morga, Urbano
Espinosa Ruiz, Florentino Santamaría Val, Antonio Rodríguez Basulto, Pedro Luis Díez Macón y Javier Sáenz
Cosculluela. Ahí, estaba Pedro Luis.
El 28 de abril de 1977, el sindicalismo recuperaba la
legalidad tras el periodo franquista, abriéndose una nueva etapa en la realidad
sindical española. Amparados en la nueva norma, una representación de los
ugetistas riojanos se reúnen el día 13 de abril, en un piso del número 19 de la
calle Doctores Castroviejo. Bajo la presidencia de José María Buzarra Cano, el
pleno certifica la constitución de la Unión Provincial de Logroño de la UGT y
elige un Comité Provincial encabezado por Natalio López Gómez, como secretario
general, Pedro Luis Díez Macón (organización), Ángel Fernández Morga (administración),
María Luisa Echazarreta Bujanda (prensa y propaganda) y Florentino Santamaría
Val (formación) completan este primer ente ejecutivo. Ahí, estaba Pedro Luis.
A partir de ahí, Pedro Luis juega un importante papel en el
incipiente sindicalismo riojano y muy especialmente en el marco del sector del
metal. Repasen la hemeroteca por favor.
Pasada la Transición democrática a Pedro Luis lo vimos muy interesado
por el conocimiento, por aprender y comprender el Mundo en el que nos toca
vivir. Fiel a sus principios socialistas permaneció en las filas del PSOE hasta
hoy, dejando también su huella en el campo vecinal, pues él y su familia viven
en el Casco Antiguo logroñes. D.E.P. , compañero.
4 comentarios:
Hasta siempre compañero. Paco Rosa
No me acostumbro a estas noticias, va siendo normal,pero no se encajarlas. Un saludo cariñoso a su familia y amigos
Jose A. Herrero
Descanse en paz este gran luchador por el sindicalismo y las libertades. Se que allá dónde estés seguirás peleando.
Muchas gracias. Irene Martínez
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