Algunos miran hacia la plaza Europa y no precisamente para coger un tren, otros hacia el Príncipe de Vergara y no para poner de relieve la equitación. Los más miramos a La Moncloa.
Parece muy retorcido el titulo
de este miniartículo pero, los dioses hacen que sus seguidores en ocasiones
tomen las armas y pendones identificativos pero, también entre los endiosados
suelen tener sus conflictos, sus luchas, sus guerras.
Unas veces sus guirigáis son
de boquilla y otras por el contrario más vale estar lo más lejos posible. Esta
es la situación en más de una formación política, si hacemos caso a las
historias que pululan por ahí.
A mi me gustaría que los
acuerdos (¿armisticios?) entre los dioses, si es que los hubo -por que dicen
que “es de primaria de militancia…..”-, se cumplan y sean trasparentes para no
dar palos de ciego. Qué menos, digo yo.
En fin, viendo el presente,
presagio luchas intestinas que salvo se diera un milagro -que todo es posible-
y eleve la cuestión tan embarazosa a estadios estratosféricos, hoy, la verdad,
mala pinta tiene y todo apunta a que veremos surgir bandos como bandas y abanderados. El
partido dará bandazos por guerra de banderías y ojalá, no veamos tocar a la
banda una marcha fúnebre.
Así las cosas, difícil ser neutral a la hora de tomar partido por lo que parece ser lo justo. Al tiempo.
Foto: Jesús Rocandio
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