1/9/25

CARTA A JAVIER GARCÍA, LIDER DEL PSOE LA RIOJA

 


“Diálogo, hegemonía y conflicto: claves para el socialismo riojano”. 

"No soy de los que, ante la antipolítica que practican PP y Vox, adopta una postura equidistante ni neutral. El ambiente político está envenenado principalmente por las derechas. ¡La asimetría es real y quien acaba pagando el precio es la sociedad y partidariamente la izquierda!"

El debate sobre la estrategia política en La Rioja no puede olvidar que la lucha de clases sigue presente, que el diálogo es necesario pero también lo es señalar a los responsables del conflicto social y defender la hegemonía cultural del socialismo democrático.

Se suele decir en el ámbito de la política que “no suele haber paz para los moderados”, pero lo cierto es que, como muy bien señaló Warren Buffett: “Hay una guerra de clases, pero es mi clase, la de los ricos, la que está haciendo la guerra, y la estamos ganando”. Digo esto para recordar que la lucha de clases existe y que una cosa es la política electoral, que se puede llevar adelante desde la gobernanza o desde la oposición, y otra muy distinta es creer que no existe el conflicto social.

Yo participo de la estrategia del diálogo y del acuerdo, pues lo he practicado en el marco sindical tanto con patronales y empresarios como con responsables políticos. Es decir, que nadie extraiga conclusiones erróneas sobre qué hacer hoy en La Rioja a consecuencia del artículo publicado por Javier García Ibáñez, líder del PSOE, en el diario La Rioja.

Aplaudo la búsqueda de espacios de entendimiento desde la coexistencia constitucional con todos los partidos del arco parlamentario, salvo con Vox —que debería ser ilegalizado—. Pero sería un error si esta estrategia socialista no pusiera frente al espejo al presidente de la Comunidad Autónoma, Gonzalo Capellán, pues, quiera o no, es copartícipe de toda una ofensiva lanzada desde la M-30 contra el socialismo democrático. Por tanto, si la puesta en escena socialista tendente a alcanzar acuerdos de región no da fruto, más pronto que tarde habrá que replantearla.

Todo lo dicho no significa aparcar el trabajo por la hegemonía cultural, porque si se pierde, el coste es enorme. Por eso, y más aún, siendo el PSOE el partido de la izquierda nuclear en nuestra región, convendría organizarse para frenar a quienes, desde Estados Unidos o desde Marte, pretendan erosionar el espacio de la moderación y la convivencia.

 

26/8/25

MODO "patriotismo"

Decía Charles de Gaulle “Patriotismo es cuando el amor por tu propio pueblo es lo primero; nacionalismo, cuando el odio por los demás es lo primero”. 

Las derechas gritan “España” pero su proyecto es viejo y bebe del nacionalcatolicismo: mantener los privilegios de unos pocos frente a la mayoría trabajadora. El PP y Vox no defienden a la patria, defiende como siempre a los poderosos. 

Ambos partidos se envuelven en banderas y gritan “patria”, pero sus políticas son un ataque directo a los trabajadores, a las mujeres y a la democracia. Desde una mirada marxista, es evidente: la derecha siempre ha estado al servicio de las élites económicas, usando el discurso nacionalista para ocultar la lucha de clases. Hablan de unidad, pero su verdadera agenda es dividir, enfrentando a unos contra otros para que los poderosos sigan acumulando privilegios. 

El patriotismo de Vox y del PP no es más que antipatriotismo. No se trata de defender al pueblo, sino de proteger a los intereses de grandes capitales y poderes extranjeros, especialmente los de Estados Unidos que ha abierto una “guerra de momento comercial planetaria contra China”. Mientras repiten la palabra “España”, promueven recortes de derechos sociales en comunidades autónomas y políticas fiscales que favorecen a los ricos. 

La patria no se defiende con odio ni con símbolos del pasado, sino con derechos, igualdad y justicia social. Defender la patria es garantizar vivienda, sanidad, educación, salarios dignos y respeto a los derechos humanos. La verdadera España está en sus gentes trabajadoras, en las mujeres que luchan, en la juventud que reclama futuro. PP y Vox pretenden disfrazarse de patriota, pero en realidad debilita al país al ponerlo al servicio de los poderosos. 

 

22/8/25

MODO: Hasta los "bemoles"


Del nazismo a Gaza: la historia no puede repetirse ante nuestros ojos. La humanidad supo derrotar a Hitler y poner fin a una maquinaria de exterminio que dejó millones de víctimas. Hoy, sin embargo, el genocidio que sufre el pueblo palestino en Gaza a manos de Israel avanza con la complicidad internacional. La lección histórica está clara: frente al horror, la indiferencia también es un crimen.

Netanyahu acelera la ofensiva israelí en la Ciudad de Gaza.  La ONU y la Cruz Roja, así como las familias de los rehenes israelíes, continúan reclamando un alto el fuego inmediato, pero el primer ministro Benjamín Netanyahu ha ordenado acelerar la toma de la localidad. Mientras Egipto y Arabia Saudí buscan una salida negociada, e incluso Hamás ha ofrecido la liberación de parte de los israelíes secuestrados, Tel Aviv ha descartado por el momento responder a las ofertas de tregua. 

Europa dirigida por partidos de derechas se ha convertido en cómplice de un genocidio. Israel ya no es el estado democrático de la década de los 60. Los socialistas, los progresistas…etc tienen que salir a la calle en Occidente a defender a los palestinos.

¿Hasta cuándo la OTAN va a consentir este asesinato en masa? ¿Cómo se derrotó al nazismo?

18/8/25

MODO “Poderoso caballero es don Dinero”

Recordando la letrilla de Quevedo, el dinero sigue siendo el amo de todas las cosas, aunque hoy viste de algoritmo, fondo buitre y lobby corporativo.  Como expresó Zohran Mamdani, el joven de 33 años que el pasado 24 de junio arrasara en las primarias demócratas por la alcaldía de Nueva York, creo que no deberíamos tener multimillonarios.

Son muchos los ciudadanos que no quieren entender que nuestra sociedad está marcada por una injusticia estructural: la división de sus miembros en dos clases desiguales y antagónicas. Por un lado, los capitalistas, que controlan los medios de producción, las finanzas y los grandes mercados, y utilizan ese control para acumular riqueza y poder. Por otro, la clase trabajadora, que solo posee su capacidad de trabajo y vive subordinada a las reglas impuestas por los intereses de una minoría privilegiada.

Ese rechazo a reconocerse como parte de la clase trabajadora está generando una mayor opresión en ámbitos como el laboral, la exclusión social, la concentración del poder mediático en unas pocas manos o el deterioro de la democracia. El desequilibrio es tal que los poderosos de turno han blindado sus posiciones, moldeando leyes, mercados e instituciones en beneficio propio y consolidando un modelo económico que normaliza la desigualdad extrema. Me viene a la mente el caso Montoro como muestra de esta tara hispana, junto a otros ejemplos como Elon Musk, Jeff Bezos o Mark Zuckerberg en EE. UU., quienes se han beneficiado de lo público para fortalecer sus fortunas.

Ante este escenario, diríase que la necesidad, la razón y la justicia exigen superar tanto la desigualdad como el antagonismo de clases, mediante una transformación profunda del orden social que permite y legitima la acumulación desmedida de riqueza y poder en pocas manos.

Tal es el “desclasismo” que hasta los más militantes de la idea —donde prima la política electoral y no tanto la política con mayúsculas— ponen cara de extrañeza cuando se les recuerda que el PSOE tiene por aspiración la completa emancipación de la clase trabajadora, entendida como la abolición de todas las formas de explotación y opresión, y la construcción de una sociedad de trabajadores libres, iguales, solidarios y responsables de su destino común.

Esta flagrante contradicción —me refiero al no querer o saber que formas parte de la clase oprimida— es lo que permite que calen discursos según los cuales, gracias a los millonarios, vivimos mejor. Error de bulto: estos poderosos no son el resultado de un mérito excepcional, sino de un sistema que socializa los riesgos y privatiza los beneficios, pues sus fortunas dependen de infraestructuras financiadas colectivamente —carreteras, puertos, sistemas legales, educación pública, investigación científica— y del trabajo de millones de personas invisibilizadas.

En este mundo tan desigual, donde la economía se ha globalizado —pero no así los derechos humanos—, vemos cómo coexisten fórmulas de gobierno tan dispares como las generadas en la Unión Europea, EE. UU. o los BRICS, pero en ninguna de ellas se han reducido las grandes fortunas; es más, todo apunta a una mayor concentración. De ahí que sea necesario clamar, como europeos, en favor del aseguramiento de una democracia social, frente a la iliberal que cuestione las bases de un modelo que permite la existencia de multimillonarios como símbolos de un sistema fallido.

17/8/25

MODO CABREO

Soy de la opinión de que en política funcionan los “vasos comunicantes”, y de ahí surge todo el enjambre de reuniones, pactos y estrategias partidarias que se diseñan.

Hoy, a diferencia del PSOE, el PP y Vox han decidido deshumanizar a Pedro Sánchez: ya no lo consideran un adversario político, sino un enemigo.

Por eso me pregunto si es posible mantener a Gonzalo Capellán en silencio, como si no formara parte de ese engranaje. Cada día resulta más difícil imaginar acuerdos con el presidente de La Rioja, porque —nos guste o no— su partido entiende la política como una acción en beneficio propio y no de la sociedad. Hay que generarle contradicciones que le supongan incomodidad.

Dos ejemplos significativos: 

1º. Hace apenas unos días, en Lanzarote, el PP registró una moción para declarar persona non grata al socialista Pedro Sánchez, el más ilustre veraneante de Costa Teguise. 

2º. La doble vara de medir del PP exigiendo en un tono despectivo, chulesco y acusador la comparecencia de tres ministros encausándoles como si fueran los responsables de los incendios en España, y así proteger a sus presidentes autonómicos y habilitando el Senado en agosto.

Podríamos pensar que eso ocurrió muy lejos de La Rioja y que no nos afecta. Pero la pregunta es inevitable: si el vecino de enfrente insulta y ultraja a otro, ¿qué hacemos? ¿Mirar para otro lado … o decir con firmeza: “¡Basta!”?

12/8/25

MODO ERÓTICO. PIRATAS DE AGOSTO

Sentado frente el televisor surfeo entre las olas grises de Gaza, la marea creciente de desigualdad y la niebla espesa de políticos mediocres, siento la necesidad urgente de izar velas, filtrar el ruido y encontrar corrientes limpias que mantengan vivo mi pensamiento crítico.

No sé si soy un pirata de sangre caliente o un bucanero de puerto incierto, pero lo cierto es que navego con el mando a distancia como timón, buscando orillas donde las noticias no me arponeen el ánimo.

En este mar agitado, donde el mundo —guste o no a EEUU— se ha vuelto multipolar (nada que ver con el poliamor, aunque la tentación siempre esté ahí), me debato entre COMPLEMENTAR o SUSTITUIR la información que recibo… o bien sumergirme como un pez tímido y evitar la superficie.

Dicen que, en la cartografía de la infidelidad que los hombres preferimos COMPLEMENTAR y las mujeres SUSTITUIR. No sé si es o no cierto. Si traslado esa lógica de alcoba a la política, admito que a menudo entro en MODO ERÓTICO: me abro a travesías nuevas, a caricias de ideas, a sensaciones que rozan lo prohibido y me arrancan —aunque sea un instante— y así atajo la áspera realidad que los poderosos nos imponen como grilletes invisibles. Y sí, funciona como el mejor de los afrodisíacos.

Cuando recupero el pulso tras tanto infortunio y dejo caer el mando del televisor sobre la mesa como un sable en reposo, respiro hondo y me lanzo otra vez al abordaje del activismo. Confío en que las endorfinas que, en un día luminoso, descubrí en agradable compañía del sexo opuesto, como buenas aliadas de cubierta, me ayuden a luchar contra la sal corrosiva del odio y contra las corrientes mortales que quieren hundirnos.

 

 

 

 

 

 

11/8/25

MODO HISPANO. "ESPAÑA. ENTRE EL MITO Y EL ENGAÑO"

Pongamos que hablo en plan irónico, por aquello de escapar del círculo telegénico donde, día tras día, solo vemos noticias catastróficas que nos empujan a perder la mirada en la lejanía del televisor del salón, olvidando el análisis crítico de lo que nos sirven —ya mascado— las dichosas agencias de comunicación.

Me alarma el creciente número de compatriotas que añoran una España que nunca existió: un país donde todos sus habitantes, uniformados en creencias morales, éticas y costumbres, moldean una nación “grande y libre” que bebe de la dictadura franquista. Y es ahí donde aparece el monstruo de Vox, un partido que está contra el SMI, las pensiones, la igualdad de género… y un largo etcétera.

Y yo me pregunto: ¿desde cuándo las derechas han favorecido a los trabajadores o a las clases populares? El engañabobos es tal que cualquiera que no encaje en esos parámetros se convierte automáticamente en enemigo.

Así, un tal Abascal se vende como prototipo de “españolidad”. Además de ser falso, evidencia la guerra cultural importada desde Estados Unidos, cuya plataforma política en España es Vox.

Quiero terminar con el mejor antídoto: el humor. Fíjense en la foto que acompaña este texto. Tan español es quien les escribe como Abascal o Abderramán II. ¡Ya basta de falsos estereotipos! Por cierto, Jesús de Nazaret, ese sí que no nació en la Hispania romana.