La pugna por clarificar el mapa electoral está llevando a la Dirigencia de este PP a utilizar el negacionismo como estrategia nuclear en abierta guerra de eliminación de su extremo Vox.
Nuestra democracia, como las del resto del mundo, se enfrenta al avance de una internacional ultraderechista que trata de imponer su agenda regresiva. Para más INRI, vemos un día sí y otro también como la EXAGERACIÓN y la DESFIGURACIÓN impulsada
desde la M30, irriga nuestra sosegada vida de
provincias.
A las derechas les importa un comino y trabajan por crear la duda y en alguna medida facilitando el alejamiento de muchos ciudadanos de la corresponsabilidad política.
No hace tanto tiempo hemos visto insultar a la mujer del presidente del Gobierno de España, llamándole “Begoño”, al igual
que años atrás lo hicieron con la socialista Leire Pajín. O atacando las reparadoras leyes de Memoria Democrático aprobadas por los partidos progresistas, produciendo otras bajo la denominación de normas para la concordia que ya han tenido su respuesta condenatoria en la ONU.
En este suma y sigue del despropósito, estos defensores de la tradicional familia, de la moral…etc, han estado difamando “al entorno familiar de Sánchez”, importándoles un pimiento el daño que hacen y para
ello no han dudado en exagerar hasta dar asco. Me pregunto por qué la
jerarquía de la Iglesia católica no ha llamado al orden a Alberto Núñez Feijóo, ¿igual
es que no se han enterado o son parte del tinglado? En fin, aún están a tiempo de corregir su despiste.
Finalizo estas cinco entregas que en buena medida han puesto de relieve, cómo se utiliza la propaganda "goebbeliana" desde este PP en el siglo XXI, señalando que en mi opinión hemos llegado a un momento en el que determinados políticos han tomado por costumbre hacer afirmaciones que jamás justifican siendo expandidas en redes sociales y por algunos medios de comunicación con la intención de hacer el máximo daño y que urge combatir por tierra mar y aire.
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