Tanto
silencio, tanto mensaje prefabricado, tanto miedo a pensar y dejar constancia
pública sobre lo acontecido, no es lo que procede. Esto empieza a ser más que
un problema y parecerse a una enfermedad.
En estos tiempos de tanto ruido, especulación
y ausencia de pensamiento crítico, la opción pasa por escuchar, aprender,
debatir y organizar el futuro. Un futuro que en mi opinión visibilice un nuevo
proyecto, con una nueva imagen y donde al militante se le tenga más en cuenta.
Para ello,
sería bueno que “los que tienen responsabilidades orgánicas en La Rioja” sean
generosos y se olviden de perpetuarse al grito de ¡¡Quién mejor que yo, que
conozco esto al dedillo!! o, quieran ensayar un “primus inter pares” bajo el
¡¡Vamos p’alante!!
Recuerdo -y
ya es de traca el mencionarlo-, que aquí en La Rioja el recorrido de una buena
parte de la Dirigencia ha sido, hacer una larguísima carrera opositora al PP,
pasando por la gobernanza regional de una legislatura y municipal y, desde hace
unos pocos meses, otra vez regresamos a la casilla de salida. Es decir, a la
oposición.
Con esta trayectoria, pienso que hay que intentar que no se
den nuevos enfrentamientos internos, pues aumentan el desapego para con el
Partido. Por eso, y con independencia de los calendarios e intereses no siempre
plausibles federales en pos de la renovación territorial, los dolores de cabeza
de la cuadratura del círculo parlamentario nacional y las controversias que nos
depare el citado caso Koldo-Ábalos, igual hay que ir trabajando para cuando
toque -hoy sin fecha- presentar aquello que permita al PSOE en La Rioja exhibirse
como el partido hegemónico de la izquierda en sintonía con eso que denominamos
el “progresismo”. Mi querido “aparato”: Trabajen con cabeza y sin miedos. Dejen de filtrar
a algunos periodistas informaciones más personales que otra cosa. La fortaleza
se construye, no se impone, por eso DEFIENDO LO QUE PIENSO.
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