3/1/24

CUANDO ME TOQUE…YO, BANDERA ROJA

Este es mi primer artículo de 2024 y espero se entienda bien. Desde hace algunos años me pregunto cuál es la bandera con la que me gustaría me cubrieran el día que esté encapsulado en un ataúd. 

No es broma. Los hay que cubren el féretro con la bandera de su equipo de fútbol o de su ciudad. No es un tema que me atormente, pero, cada vez uno está más cerca de ese inevitable día y la verdad, hay que ser previsor. 

Hace pocos meses discutía con un buen compañero la utilización torticera que hacen las derechas de la rojigualda y le plantee que los socialistas deberíamos darle una pensada, sabedores de que hay una desafección hacia la enseña nacional. 

En España, en mi opinión y por dejación de los “progres”, desafortunadamente, un sector importante de la derecha española se apropió hace décadas de la bandera y la vinculó a una serie de valores que gravitan solo en su universo particular. 

Semanas atrás hemos asistido a las movilizaciones contra el PSOE hechas por el PP y Vox, esgrimiendo la bandera de España constitucional junto a otras claramente fuera de juego, que me han hecho cerrar los puños y no liarme contra el televisor. 

Juan Gabasa decía en el 2020 “Lo que se ventila estos días no es solo la apropiación de los símbolos y su utilización como arma arrojadiza sobre el adversario, sino su instrumentalización para otros fines políticos de mayor alcance y profundidad. Las demostraciones en la calle forman parte de una lucha ideológica por la defensa de unos privilegios de clase que se consideran amenazados. Hay una estrategia de acoso y derribo a un gobierno que consideran ilegítimo por la presencia de comunistas y por sus acuerdos con los independentistas. La narrativa es, a veces, tan delirante y retorcida que muchos de ellos reclaman libertad y democracia mientras ondean banderas franquistas”. Han leído bien, en el año 2020. 

Pues bien, en mi opinión hacen bien los socialistas en incorporar la bandera o los colores que se identifican con España donde quiera y como quieran. El Partido Socialista de Portugal o antaño el italiano la lucían sin complejo alguno. Ya sé que lo nuestro es más que de textiles patrios, pues estamos empeñados en hacer que lo social sea la bandera que se abra camino. Por cierto, se me olvidaba. El día que me llegue, por favor que me cubran con la bandera roja. ¿Queda claro?

 

 

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