Queda claro que el Gobierno
de España con la aprobación del proyecto de la nueva Ley de Memoria, que
sus
tituye y deroga la anterior, aprobada con José Luis Rodríguez Zapatero en La
Moncloa en 2007, da un paso importante en la auténtica reconciliación. El
texto quiere incrustar en el BOE el “repudio y condena del golpe de Estado del
18 de julio de 1936 y la posterior dictadura” y establece el “derecho de
las víctimas a la verdad”. Todo un acierto legislativo.
Es
cierto que la Ley de Amnistía fue un paso importante para los antifranquistas y
sinceramente recuerdo como aplaudimos aquella norma, convencidos que con la
consolidación de una España democrática, se darían los pasos pertinentes que
repararían las injusticias provocadas por el franquismo.
Con
el paso del tiempo este sueño, fue languideciendo y hubo que esperar hasta la
primera década del siglo XXI para ver la luz del túnel. Hoy, parece estamos ya
“a cielo abierto”. Celebrémoslo.
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