Ya está el Ingreso Mínimo Vital aprobado por el Gobierno de
coalición PSOE-UP y hasta nos han puesto en la página de la Seguridad Social un
artilugio a modo de “simulador”, que te dice si tienes derecho o no y su
cuantía. Una buena noticia. TODO UN ACIERTO.
Pero no voy a decir más sobre esta decisión gubernamental,
ni tampoco sobre lo que dice el SEPE que hay 68.000 trabajadores que no han
recibido su prestación frente a los 900.000 que cifra el Consejo General de los
Colegios de Gestores Administrativos. Más allá de las cifras no se cuantos de
estos son de La Rioja, veo demasiados silencios y ojalá este asunto sea
historia cuanto antes.
No
y digo no para no entrar en el drama de presente y de futuro –el trabajo y el
desempleo-, no, me referiré brevemente a otro asunto que no es la primera ni
tampoco la primera vez que digo algo. Me refiero a la mal entendida tolerancia
que hay que tener para con todos y todo y, ciertamente empiezo a situarme en el
plano de no ser tan condescendiente con estos ideólogos y sus esbirros. ¿Por
qué? Porque los tolerantes terminan siendo destruidos y la tolerancia con
ellos.
Así
que, ante estos neociberfascios que pululan por Internet lo que hay que hacer
es ni puñetero caso. Consiguientemente no distribuyamos ningún tipo de imagen,
meme, artículo...porque así amplificamos su mensaje. Por mucho que nos cueste,
ni una sola palabra sobre sus cosas. Evitemos de una vez por todas nombrarlos.
Vamos, como si no existieran. Y, en cualquier caso si queremos contrarrestar lo
que vemos o leemos de ellos, popularicemos nuestro ideario y nuestra acción
política y social.
Lamentablemente,
a fecha de hoy he pasado de contemplar al adversario político a enemigo y
punto. Por cierto, verán que para nada he citado a esas organizaciones de
ultraderecha. ¿Me entienden?
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