7/2/17

ESTA IZQUIERDA

Desde el infantilismo político, pasando por los personalismos al desconcierto del electorado, impidieron formar un Gobierno progresista y de seguir así, futuramente presentar una Moción de Censura que mande al carajo a Mariano Rajoy y lo que representa

Desde hace unos cuantos meses no escribo, salvo algún suelto perdido por ahí, sobre el partido Podemos. Me hice el firme propósito de no hacerlo por aquello de no hablar del contrincante cuando éste está en horas bajas y reconozco que también influenciado por el guirigay que ha montado una parte de la dirigencia del PSOE. Ambas circunstancias me llevó a cierta prudencia que ahora tímidamente rompo.

Veamos, los de Podemos han demostrado ser un buen instrumento del activismo (pero todo no se le puede atribuir a ellos) y de la telegénia (tan poco, pues los medios de comunicación les ensalzaron gratuitamente para desdibujar al PSOE), pero ha fecha de hoy han sido incapaces de conformar un partido que en las Instituciones sepa estar, proponer soluciones… y de paso ganarse la confianza de los socialistas. Mal, muy mal, porque esto aunque parezca que no, de revote impide resituarse más claramente al PSOE, tanto en su previsible nueva definición como el lugar a ocupar en política electoral, como también en el marco ideológico.

Circunstancias que me hacen asegurar que los perdedores son el plural electorado progresista al que se les condena durante una temporada a seguir sin tener claro, quiénes pueden ser sus defensores ante la derecha económica y política amén de fomentar nuevamente el desinterés por la participación políticosocial entre la ciudadanía.

Como colofón a esto, tanto en Podemos como en el PSOE han aflorado las enemistades personales, que están haciendo mella en el conjunto de los seguidores más directos, como al cuerpo electoral respectivo que asisten atónitos a este infantilismo político.

Así que, parece que todavía a la plural izquierda le falta una temporada para reconciliarse con su electorado, diseñar una "unidad de acción común" y poder plantar cara a Mariano Rajoy, no sólo en la calle sino en el Parlamento. ¿Cuánto me gustaría ver en el año 2018 un PSOE planteando una Moción de Censura en el Congreso de los Diputados?


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