No es nuevo si digo que nuestras normas laborales siempre pueden ser mejoradas en favor de los trabajadores y en concreto la Seguridad Social y por tanto nuestro sistema de pensiones también. Segú dicen esta, particularmente sigue teniendo un problema de ingresos y no de gastos.
Leía hace unos días un pequeño texto de esos que a patadas nos llegan al móvil vía whats app, diciendo que:” Cada cajero automático que sustituye a empleados de banca, cada caja de autopago que sustituye a empleados de grandes superficies, cada surtidor de autoservicio que sustituye a empleados de gasolineras….etc” y, me recordó una propuesta de la UGT de hace no tantos años apostando en favor de que los robots aporten al sistema de una u otra manera, coticen a la Seguridad Social.
Han pasado varios años y la razón de este posicionamiento es que el proceso de irrupción de los robots (no solo humanoides) en la economía está teniendo consecuencias directas sobre los trabajadores, sus puestos de trabajo, sus salarios, sus condiciones laborales, sobre las cotizaciones sociales y sus pensiones, los sistemas fiscales y los de protección social. De ahí que el sindicalismo tenga que luchar en este marco para que la desigualdad que esto genera, en principio se acote y finalmente se elimine.
Así las cosas, hay que considerar que la tecnología en todas sus vertientes
debe estar al servicio de las personas, y no al contrario, por lo que
proponemos una digitalización inclusiva, equitativa, justa para que no sea un
torpedo en el empleo, al sistema de pensiones y al conjunto de la sociedad.
recordemos el papel constitucional que se da a las empresas y la "función social" a la que también se deben.
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