Tras muchos tiras y aflojas Gonzalo Capellán ya es el candidato del PP a la Presidencia de La Rioja
Respetar el cómo eligen a sus líderes otros partidos, es un buen principio que como ciudadano me he autoimpuesto desde siempre. No obstante lo que ha pasado en el Partido Popular riojano me hace “romper” este principio. La solución dada ha supuesto obviar a la militancia y al derecho de participación democrática de los mismos. Tomemos nota para que esto no se replique en otros partidos.
Veamos ya algunos mensajes y cojamos algunas frases del “designado popular” que indica cual es el valor que da a la democracia. Dice él: Yo soy el candidato y quien elabora la lista electoral, no puede haber imposiciones. Es decir, una vez más la militancia no pinta nada, es más, si existe algún militante interesado en ser por ejemplo candidato a concejal, ya puede olvidarse. Así es como crece la desafección y no sólo entre la militancia. Mala solución, mal proceder.
Dice él: Ya no hay divisiones ni grupos» tras unos meses de crisis que sí dejaron «heridas y enfrentamientos”. ¿Se engaña o nos toma por tontos? Vamos a ver, por mucho que repita esta frase, en el PP de La Rioja -como ocurre en otras formaciones políticas-, tras un problema de índole nominalista y por tanto de poder, es habitual el que se mantengan las divisiones por largo tiempo y más si la solución no pasa por las urnas, sino por la imposición. Por tanto, las heridas y los enfrentamientos no se disuelven tan fácilmente y más cuando a fecha de hoy este partido sigue en la oposición. ¿Cuándo menguarán? Cuando dejen de ser la oposición al PSOE.
Dice él: No sacrificaré mi proyecto por un voto, nunca pactaría con Vox. Lo primero que se me pasa por la cabeza es preguntar ¿Cuál es su proyecto? Digo esto dado que los medios de comunicación nada han dicho sobre qué quiere el PP de Capellán. Si miramos a los conservadores del Reino Unido (política fiscal), con quién se queda, con la saliente ministra Liz Truss o con el multimillonario entrante Rishi Sunak. Digo esto porque la otra es sumarse a la esperpéntica explicación dada por su mentora Cuca Gamarra que nos ha dicho que la política fiscal de Alberto Núñez Feijóo se asemeja a la de Portugal o Alemania, países con líderes “socialdemócratas”. Ver para creer.
Y, sobre “nunca pactaría con Vox”, no me lo trago. La política de alianzas de los dos principales partidos se deciden nacionalmente y, visto lo visto, el PP alcanza acuerdos con la ultraderecha española sin que le tiemble el pulso. Así que, no le doy ningún valor a su posicionamiento. Nuestro sistema de funcionamiento es parlamentario, es decir, una vez el voto echado por los ciudadanos, son los partidos los que deciden la gobernabilidad en cada una de las Instituciones. Por cierto, me hubiera gustado más la frase “nunca pactaré con Vox”. Es más imperativa o a mi me lo parece.
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