27/11/16

ADIOS FIDEL

Hablemos esta vez de Cuba ¿Por qué el PSOE ante el fallecimiento de Fidel Castro hizo saber su parecer? Sí. La infausta Comisión Gestora con una escueta nota que dice: “El Partido Socialista Obrero Español expresa su pésame al Gobierno cubano por el fallecimiento de Fidel Castro. El expresidente Castro, descendiente de españoles, ha sido una de las figuras históricas de mayor trascendencia de América Latina en el siglo XX. En este momento de luto, el PSOE acompaña al pueblo cubano, al tiempo que reafirma su voluntad de seguir trabajando, a través del diálogo y el entendimiento, por un futuro compartido de progreso y democracia para ambos pueblos”, cubre el rol mediático y tiene un detalle para con muchos socialistas que ahora tienen más o menos los 65 años de edad.

Así, el PSOE se suma al dolor -junto a otras formaciones políticas-, y reconoce el liderazgo de Fidel Castro. Ya se que muchos dirán que ha sido un dictador, que evidentemente los cubanos no tienen las libertades que en España disfrutamos…pero, para mí se ha ido un trozo de nuestra historia.

Recuerdo los últimos años de la década de los 70, como unos cuantos jóvenes, fundamentalmente provenientes de los barrios de Yaguë y Ballestero en Logroño, organizados en las Juventudes Socialistas y Comunistas engalanaban su indumentaria con rojas estrellas de cinco puntas, camisetas del Che y ensalzaban la Revolución de Cuba, aquella de los barbudos. Eran tiempos donde se mezclaban estas y otras revoluciones como la de Los Claveles de Portugal, a la vez que admirábamos el socialismo de Olof Palme, Salvador Allende y de WillyBrandt. Un revoltijo aderezado con canciones cubanas y chilenas que se fueron diluyendo con la llegada del PSOE a la Moncloa. Pero, hoy toca recordar aquello porque formó parte de nuestra vital rebeldía.

Fidel se ha ido, pero no es un dios ni falta que hace. Cuba no es un paraíso pero tampoco España. El paraíso que soñábamos y que todavía cantamos en alguna de las estrofas de nuestra Internacional, no deja de ser una utopía, pero. ¡¡Bendita sea!!



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