Estamos a escasos días de conocer
el veredicto de las urnas, que nos pondrá a cada uno de nosotros como
ciudadanos en nuestro sitio y especialmente a aquellos que creemos estar organizados
y conscientes de pertenecer a una clase determinada, en no se qué rincón de
esta democracia ciberformal. Me refiero a los trabajadores a secas.
Pero, deseo dejar dicho que sea
cual sea el lugar y poder que se le asigne a los socialistas, se tendrá que
aclarar al electorado realmente qué ideología tiene el PSOE. Lo digo porque
frente a formaciones políticas atrapalotodo cuyos nombres despistan (Compromis,
Ciudadanos, Marea, Podemos…etc), ha de llegar la hora de que el nombre
identifique con claridad a que sociedad se aspira y de paso por higiene democrática,
al que hoy todos le asignan la llave de la gobernabilidad o de la convocatoria
de unas terceras elecciones, es decir el PSOE, manifieste en que estadio
político se sitúa en el presente. ¿Es socialista? ¿Es socialdemócrata? ¿Es
socioliberal?
Digo esto, después de que muchos
han dado por colapsada, cuando no por muerta a la socialdemocracia en España y
en Europa. Pero, también tiene gracia que Podemos pretenda captar el voto socialdemócrata
del PSOE y lo que éste pensamiento representa. ¿Qué tendrá esta visión del mundo
tan analizada por politólogos y sociólogos, que la han dado por
trasnochada pero a la vez en nuestro país es la gran deseada?.
Si ser socialdemócrata es temblar
de indignación ante las injusticias que se comenten en el mundo. Es pensar en
alguien más que en uno mismo. Es no ser comunista ni populista. Que te informas
y participas de las combates que otros han hecho en la historia y sueñas y
luchas por un mundo mejor. Yo soy socialdemócrata a fuerza de no renunciar a la conquista completa de emancipación de la clase
trabajadora; es decir, la abolición de todas las clases sociales y su
conversión en una sola de trabajadores, dueños del fruto de su trabajo, libres,
iguales, honrados e inteligentes.
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