
Ahora bien, ¿cómo hacer llegar a ése nuevo club las propuestas de tinte socialdemócrata? ¿Cómo cambiar, si en el fondo nuestro presidente no ha cuestionado el sistema económico? Visto y oído, salvo error, lo que se pretende es "corregir algunos excesos", que como diría uno, no es poco que se diga. Pero, también es la hora de relanzar un discurso de izquierdas desde España. Para ello es necesario resituar la postura del PSOE, víctima natural de la institucionalización moncloita, convirtiéndose en guía para la desmembrada familia socialista europea. Por ejemplo, en Francia con un PSF partido en dos y con excisiones y un SPD alemán emparedado por el Partido de la Izquierda.
En fin, como dijo el socialista Salvador Allende "Una revolución simplemente política puede consumarse en pocas semanas. Una revolución social y económica exige años".
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