
Ayer celebramos los socialistas de Logroño el tradicional acto de de fin de año. Reunión en la que tomaron la palabra entre otros compañeros, nuestro s. general Kiko y se homenajeó a los militantes con más de 25 años de antigüedad. Luego vino el ágape. Finalizado el acto y ya en la plaza del Ayuntamiento, tuve la última plática con unos amigos. Todo empezó con el ¿Cómo estás y cómo lo ves? Sin entrar en los pormenores, si que deseo reproducir los aspectos nucleares de mi conversación que se centró en lo siguiente.
La coherencia entre el discurso y la acción política. Para muchos como yo, los socialistas tenemos un reto que pasa por acotar al máximo la dicotomía entre la ciudadanía y los partidos, posibilitando un reforzamiento de la propia democracia y por ende del PSOE. Ya decía Pablo Iglesias que los partidos políticos no sólo ganaban seguidores por las victorias electorales que se lograban o el número de representantes elegidos en las diversas cámaras sino aún más, por la coherencia de esos mismos, la honestidad entre el discurso y acción eran los principales baluartes del pensamiento y el desarrollo de las ideas socialistas.
La democratización de "nuestras casas" y visualización entre la ciudadanía, se tiene que promocionar la apertura de las estructuras políticas potenciando la militancia de base y el mayor acercamiento de la ciudadanía a las organizaciones. La esclerosos afiliativa debe dar paso a la universalización electoral interna a todos los niveles potenciando la elección directa en origen de los líderes políticos que tendrían de esta forma un liderazgo basado en la autoridad y la coherencia democrática en el proceso de elección. Luego si pago cuota, les elijo. Ergo, pertenezco a una formación en la que soy militante y no un mero seguidor.
Y, sobre la preparación como eje principal de la izquierda, las organizaciones políticas y sindicales que forman parte de la izquierda, deben invertir en la capacitación y la dotación de recursos de sus miembros para desarrollar una gestión de calidad en el que el pensamiento, la ideología, el conocimiento…, sean una base para la acción que se nos demanda en este siglo XXI. Formarse es esencial en un mundo cambiante.