
El pueblo hizo suya la frase de Unamuno de que el “progreso consiste en renovarse", dando origen al refrán de "renovarse o morir". Hoy, con unos leves retoques de marketing político podríamos decir “La innovación permanente, es el camino”.
Aplicando esta máxima, vemos cómo el mundo del capital lo viene teniendo muy claro en sus diferentes escenarios, ya sean políticos, bursátiles, financieros, empresariales…etc. Y, como buen camaleón, desarrollaron el “capitalismo de casino” que mira a donde nos ha llevando. Por contra, la izquierda de hoy, además de extender y consolidar más derechos cuando gobierna, se ha acomodado al juego de sustituir democráticamente a los gobiernos de la derecha para gestionarles sus asuntos de paso. Ello me lleva a preguntarme ¿Ha renunciado a un mundo en el que la explotación del ser humano desaparezca? ¿Y, si fuere así? Los denominados “progresistas” a qué aspiran.
Una de las palabras más utilizadas en los últimos años por cualquier político de derechas o de izquierdas, es la del “Cambio”. Pero, tiene el mismo fin para unos y los otros. Creo a mi modesto entender que no. Para los neocom, “su cambio” consistió en dar la vuelta a la tortilla a los acuerdos sociales y económicos emanados de la II Guerra Mundial y generar más brechas sociales en el mundo. Y, mirando a nuestra piel de toro, este domingo el “cambio” en el País Vasco pasa porque un socialista sea el presidente.
Concluyendo. Si el cambio es el camino para avanzar, cual es el estadio, el escalón no perdido, pero sí por definir que nos falta para llegar a un mundo ideal.
Por favor, que nadie cite la palabra “excelencia”.
Aplicando esta máxima, vemos cómo el mundo del capital lo viene teniendo muy claro en sus diferentes escenarios, ya sean políticos, bursátiles, financieros, empresariales…etc. Y, como buen camaleón, desarrollaron el “capitalismo de casino” que mira a donde nos ha llevando. Por contra, la izquierda de hoy, además de extender y consolidar más derechos cuando gobierna, se ha acomodado al juego de sustituir democráticamente a los gobiernos de la derecha para gestionarles sus asuntos de paso. Ello me lleva a preguntarme ¿Ha renunciado a un mundo en el que la explotación del ser humano desaparezca? ¿Y, si fuere así? Los denominados “progresistas” a qué aspiran.
Una de las palabras más utilizadas en los últimos años por cualquier político de derechas o de izquierdas, es la del “Cambio”. Pero, tiene el mismo fin para unos y los otros. Creo a mi modesto entender que no. Para los neocom, “su cambio” consistió en dar la vuelta a la tortilla a los acuerdos sociales y económicos emanados de la II Guerra Mundial y generar más brechas sociales en el mundo. Y, mirando a nuestra piel de toro, este domingo el “cambio” en el País Vasco pasa porque un socialista sea el presidente.
Concluyendo. Si el cambio es el camino para avanzar, cual es el estadio, el escalón no perdido, pero sí por definir que nos falta para llegar a un mundo ideal.
Por favor, que nadie cite la palabra “excelencia”.